martes, 29 de septiembre de 2009
CRÍTICA - AMARAL - LA BARRERA DEL SONIDO
lunes, 28 de septiembre de 2009
CRÍTICA - FITO & FITIPALDIS - ANTES DE QUE CUENTE DIEZ
** 1/2
Decía el otro día un compañero de la redacción que todo artista aposentado en la cumbre tiene derecho, al menos, a hacer un disco en el que se pueda repetir. Por la boca vive el pez no fue, literalmente, una segunda parte de Lo Más lejos a tu lado, pero sí una evolución a la enésima potencia de trabajos pretéritos. Y le salió bien. Muy bien. Su obra magna (con los Fitipaldis); eficaz, accesible, imprescindible... Uno de los mejores discos del rock español de los últimos años.
Quizá esa condición de clásico inmediato de su predecesor, perjudica demasié este nuevo disco de primeras. Pero, cinco o seis escuchas (atentas) después, Antes de que cuente diez aporta mucho menos de lo mismo. Fito Cabrales dió hace ya más de un lustro con su fórmula del éxito. En ella hay una mezcla de ingenuidad, naturalidad y tres acordes tontos que se reptiten hasta la saciedad y se reformulan de mil maneras pareciendo que cada vez que los escuchas es la primera.
Pero la fórmula tiene límites. Y Antes de que cuente diez, título del disco y homónima que abre el disco, es una premonitoria declaración de intenciones: “No tengo nada para impresionar. Ni por fuera ni por dentro”. Fito une un poquito de Acabo de llegar y otro poquito de Medalla de Cartón y el resultado es un efectivo single cañón para la radio pero previsible para sus seguidores, entre los que me incluyo.
El disco en conjunto es flojo, pero, como todo, tiene buenos y malos momentos. Los buenos: Catorce vidas son dos gatos es un baladón marca de la casa, La cuisine de Bernhard (instrumental), aún recordando a Por la boca vive el Pez (en conjunto, en concreto a Donde todo empieza) es la mejor del disco. Y Qué necesario es el rock and roll, como no. Sólo por el título, pero también por sus perlas: “tengo el defecto de sonreir... sólo por no estar muerto”.
En el cupo del coñazo puede meterse Tarde o temprano, que, en directo, será un cañón perfecto para presentar a la banda, pero en el disco a lo único que incita es a pasarla en el reproductor. Me acordé de tí tiene versos afortunados: “Hay un niño que se esconde siempre detrás de mí”, pero también un aroma a Knopfler, que, a estas alturas del partido, no es nada sorpresivo. Tampoco es que atine demasiado con Todo a cien, de La cabra mecánica, con los que compartirá la gira de este año.
El disco en sí da igual. Me explico. No dejan de ser diez canciones (una instrumental) que, sin aportar mucho, se incorporarán a sus conciertos de dos horas y media que abarrotaran los pabellones de las ciudades grandes y medianas. Todos las cantaremos y las terminaremos aceptando como parte de un repertorio plagadito de éxitos, algunos clásicos. Le pese a quien le pese, es un disco que da la excusa perfecta para salir de gira. Cosa que nos encanta, todo hay que decirlo.
Asumido esto, lo más decepcionante es que Fito no hiele la sangre con ninguna canción. No te haga parar lo que estás haciendo y que se te ponga la carne de gallina como con Donde todo empieza, Acabo de llegar, Sobra la luz, Como pollo sin cabeza o Abrazado a la tristeza (también versión). Está claro que es un disco infinitamente mejor que cualquier bazofia de las que programen las emisoras que harán que “Antes de que cuente diez” sea el disco más vendido de este año. Pero, a estas alturas, de un compositor brillante, se esperan cosas brillantes.
KIKE DEL TORO
FOTOS: http://www.elclubdigital.com; www.fitoyfitipaldis.com; FLICKR: NACHO CUBERO
CRÓNICA - LAS NOVIAS - SALA HEINEKEN
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sábado, 26 de septiembre de 2009
CRÓNICA - ROSANA - PALACIO DE LOS DEPORTES DE MADRID
ROSANA - Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid - 25 de septiembre de 2009
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Se nota que el disco ya ha paseado por numerosos escenarios y, además, ella se complementa a la perfección con una abultada banda: seis personas en escena, entre los que destacan un interesante guitarrista y un potente corista. Rosana conecta con su público desde la primera canción y les hace vibrar: corean sus canciones, las bailan y, lo más importante, las disfrutan tanto (o menos) que ella misma encima de las tablas.
Tanta es la conexión que incluso se baja a mezclarse con sus fans mientras canta un medley con las canciones más conocidas de su repertorio: Talismán y A fuego lento. Mientras intenta explicar por qué puso a disposición de medio millar de parados unas entradas para ver su show (¿respetable, cuestionable, admirable?), el público ahoga sus palabras pidiendo que cante Si tú no estás aquí. Y se hace el silencio en el pabellón. Y desenchufa sus guitarras y su voz (potente, extraordinaria) ahora canta las estrofas solicitadas y se vuelve a hacer el silencio. El público ya estaba en su bolsillo; ahora también la tienen en su corazón: piel de gallina y algunos ojos brillantes.
Luego risas, risas y más risas; saltos, saltos y más saltos y sobre todo, muy buen rollo. Y como las sorpresas no pueden faltar: el periodista Juan Ramón Lucas, al escenario para acompañarla en un tema. En definitiva, ¡dos horas! -cada vez se estila menos- de música y de buen rollo.
L.H.D.T.
Fotos: Ramón Matías
jueves, 24 de septiembre de 2009
ENTREVISTA A ROSANA
Imposible pillar una foto de ella en la que no salga sonriendo. Su buen rollo y su optimismo constante, señas de identidad, causa admiración y cansancio casi por igual. Tras casi diez años alejada del número 1 y de los éxitos masivos, Rosana volvió a principios de año con un disco tremendamente inspirado que no sólo le devolvió a los primeros puestos sino que incluye la que, para nosotros, es la mejor canción de su carrera: Llegaremos a tiempo. La de Rosana es una carrera llena de altibajos, como una montaña rusa. De la nada vendió un millón de discos y llenó aforos como si no hubiera mañana. De la misma forma, se dió una de las mayores hostias comerciales que se recuerdan en el pop español con "Marca Registrada" y "Magia". La industria musical ha cambiado mucho en muy poco tiempo. Quizá porque son tiempos difíciles o simplemente porque llevaba mucho tiempo sin sorprender de verdad. Mañana ofrece su concierto más importante de este año. Su reencuentro con las multitudes, con la capital. Hasta 15.000 personas (aunque la estimación inicial es de 10.000) llenarán el Palacio de los deportes. Hemos hablado con ella un día antes de la esperada cita. Y nos ha contado muchas cosas... Os lo aseguramos.
Estuviste mucho tiempo callada antes del lanzamiento de "A las buenas y a las malas" ¿Por qué?
Más que callada, he estado con otras cosas. Desde Magia hasta que salió el nuevo álbum hicimos, aparte de la gira del disco, unos shows que llamamos “Los conciertos en la luna llena”, con motivo del décimo aniversario de Lunas Rotas. Para la ocasión retomamos todo el material de aquella época: maquetas, videos, fotos y lo editamos en una caja muy especial que llamamos De casa a Las Ventas. Muchas veces parece que si no sacas un disco de estudio no estás haciendo nada (Risas)
Aparte tienes más facetas ajenas a la música, aunque ésta sea la principal
En estos años me he centrado en la música. Anecdóticamente saqué un libro con muchas de mis canciones: conocidas y no conocidas. Incluí pensamientos, frases. Al ser autora de mis propias canciones, mi caso no es como el de otros compañeros que terminan su gira y se pueden meter directamente a grabar porque en paralelo le han preparado el disco. Cuando compongo me gusta estar al cien por cien y no compaginarlo con otras cosas.
Ahora que han pasado unos meses de la edición del disco quisiera que me hicieras un pequeño balance del mismo.
Tampoco tanto, cinco meses. Y a día de hoy, está siendo un trabajo muy querido por la gente. Con él, me pasa una cosa muy curiosa que ni siquiera ocurrió en Lunas Rotas. En aquel disco, a unos les gustaba Si tú no estás, a otro Sin miedo. En este disco, la puerta a la gente es Llegaremos a tiempo, pero les gusta el disco entero en conjunto. Se nota en los conciertos. Cantan las canciones de arriba abajo. “A las buenas y a las malas” me está regalando momentos muy bonitos y muy dulces. Aún siendo conscientes de la realidad que nos rodea, a nosotros y al disco.
Si hay una característica por la que siempre has destacado ha sido tu optimismo. Ahora bien, es la primera vez en tu carrera en la que no te veo siempre positiva. Hay un toque más melancólico.
Esa melancolía es el resultado de la realidad. La persona optimista no es la que ve el mundo como no está. El tipo de optimismo con el que asocio mi forma de vida es el de reconocer que el mundo no pasa por su mejor momento, reconocerlo y, aun así, creer y sentir que podemos cambiar las cosas. Quizá por primera vez, no sólo digo lo que siento, sino también lo que pienso y, en consecuencia, me ubico del lado del que siempre pierde.
Pero insisisto, tal y como están las cosas … ¿Cómo consigues estar así 24 horas?
Tiendo a ver el vaso medio lleno siempre. En mi casa somos una familia numerosa y hay una frase que se ha repetido hasta la saciedad: “Todo será para algo mejor”. Hay quien dice “de todo se aprende”. No sólo, se aprende para mejor.
Me sorprende una cosa: Llegaremos a tiempo es quizá uno de los singles menos comerciales de tu carrera. Y, sin embargo, ha sido el que te ha llevado al número 1 después de unos cuantos añitos sin pisarlo.
Sí, por eso te digo que el disco está recogiendo momentos muy dulces. Si este disco lo hubiésemos sacado hace tres años, hubiese sido todo muy diferente. No sé si será comercial o no, pero cada día creo menos en las etiquetas. Creo en las canciones de verdad, en las que se sangran cuando se hacen y que se cantan con el ánimo de comunicarte con el resto del mundo. Si el resultado es verdad, lo demás llega de la misma manera. De hecho, una de mis canciones bandera: Si tú no estás, es a guitarra y voz. Cuando la escucharon, todos dijeron que era muy bonita, pero una pena que no fuese comercial. Y pasados los años, si no la que más, es una de las que más se ha escuchado de ese primer disco y la que sigue sonando. En ese momento dejé de creer en etiquetas.
La gran cita de esta gira es la del Palacio de los deportes, mañana día 25.
Sí. Lo hicimos aposta. El primer concierto que dí en Madrid en un aforo grande fue ese mismo día en la plaza de toros de Las Ventas. Nos llovió de lo lindo. Recuerdo ese día como algo muy especial por muchos motivos. Uno de los más especiales fue, que, a pesar de la lluvia, no se movió nadie. Con la lluvia se fastidiaron las proyecciones, pero seguimos adelante. Esta vez lo que si que hemos previsto es asegurar el show con un escenario cubierto y un recinto cerrado. (Risas)
Ahora entiendo entonces la antelación en el anuncio de la fecha. Ví el cartel del concierto las navidades pasadas.
(Risas). Claro, al ser una fecha tan señalada corríamos el peligro de que no nos la reservaran.
En octubre retomas la gira en Argentina.
Sí. Vamos a ir a América del sur durante dos meses. En diciembre vamos a algunos conciertos en sitios en los que no hemos tocado, como Rusia o Alemania. Nuestra música ha funcionado muy bien allí, pero no habíamos, hasta ahora, podido dar conciertos. Las navidades las pasaremos en casa y ya después atacaremos Norteamérica y algunas ciudades europeas más, como Italia. Me hace ilusión descubrir algunos sitios nuevos.
¿No te sorprende haber sonado en la Plaza Roja de Moscú?
Me llamó mucho la atención. Pasa desde hace mucho tiempo. La primera vez que me dijeron que sonaba en Rusia fueron unos amigos que me dijeron que habían estado de vacaciones por allí. Cuando les escuché pensé “dejaros de coñas” Los amigos son así (Risas) Pero, a las dos semanas, me encontré con gente que me dijo que me había escuchado por la megafonía de la Plaza Roja. Y flipé un montón. No hemos podido tocar allí aún. Primero, porque hasta que no se dé esto de la clonación no puedo llegar al mundo entero y; segundo, tampoco nos esperábamos que, con este disco, nos han empezaran a llamar promotores de allí para hacer conciertos.
Y tú hace diez años, ni te ibas a dedicar a esto …
Has visto... Me iba a dedicar a la música, pero no a cantar. Es un sueño que he vivido en directo. En mi cabeza y mi corazón nunca estuvo el sueño de ser cantante encima de un escenario para la gente. Cantaba porque para componer es necesario y así se las enseñaba a mi familia y amigos. Ellos fueron los culpables de todo esto.
Leí un titular que me llamó mucho la atención: “Triunfar de la manera que lo hice fue una putada”
(Risas). Sacado de contexto puede parecer incluso de mal agradecida.
Se entiende
Sí, si no lo sacamos de contexto tiene todo el sentido del mundo. Si el éxito te llega en un tercer disco, un quinto o un sexto tienes ya una trayectoria, un oficio. Sabes lo que es una sesión de fotos, gacer una entrevista. Y el éxito te llega como resultado de una trayectoria. Pero cuando te pasa eso en un primer disco macho … De verdad. Como dice el título del disco. Cuando sales del sofá de tu casa y te vas a la plaza de toros de Las Ventas es una putada en ese sentido. No le puedes dar a la gente todo lo que se merece porque todavía lo estás aprendiendo.
Supongo que habrás agradecido que se haya calmado todo desde aquel disco
Sí (alarga mucho la “i”). Empecé a sentirme a gusto de verdad en el tercer disco. Ahí fue consciente de que estaba haciendo lo que más me gusta, aunque no me lo hubiera propuesto. Tenía la gran suerte de que el público estaba de mi lado. Hasta ese momento, lo único que me preocupaba hasta ese disco era que nada de lo que me estuviera pasando se llevara nada de lo que me importaba.
De hecho, tengo apuntado: “El éxito no se ha llevado nada que me importe”
Exactamente. Mi única preocupación. Cada noche llegaba a mi casa y me comía la cabeza con ese tema. Después de hacer conciertos como el de Las Ventas y de alimentar el ego, quería que todo eso se quedara en un sitio bonito, pero que no me comiera. Todas las noches me planteaba de donde soy, de donde vengo.
¿En algún momento llegó a comerte?
Mmm No. Y te voy a decir por qué. Gran parte, porque tengo una familia y amigos que estaban dispuestos a darme una colleja si hubiese sido necesario.
Mencionas mucho a tu familia. Indirectamente en las canciones y directamente en las entrevistas.
Sí. Siento que forman parte de mí, más allá de la evidente cuestión sanguinea. Mis amigos son igual parte de la familia, haya o no sangre de por medio. La familia es toda la gente que tiene que ver contigo y la que quiere tener algo que ver.
Sueles aparecer poco en la prensa
(Risas). Sólo cuando tengo algo que contar de mi trabajo: un disco nuevo o un concierto, como hoy. No metería a mi familia en el escenario, y tampoco al público en mi casa. La gente me respeta mucho y separan muy bien, y saben, que, cuando estoy en casa, los míos son los míos y cuando estoy ahí arriba los míos son ellos.
¿Hay alguna ciudad en la que te sientes más cómoda tocando?
Cuando suena una canción, el mundo es el mismo. Los lugares se diferencian más por el antes y el después. En Canarias nací y en Madrid me crié. Son sitios especiales. Pero también son especiales otros lugares por emociones concretas que he vivido allí.
Podrías decirme : de todos tus discos editados, cual es tu mejor canción y cuál la peor.
La mejor todavía no la hecho. Siempre está por hacer. Mi peor canción... No es la peor, pero la que más cansada me tiene es El Talismán. Es que tiene muchas desventajas: la hice para Ana Belén, aunque nunca se la pasé. Sonó hasta la saciedad, la canto en todos los conciertos...
Supongo que la habrás reconvertido de mil maneras para no aburrirte
Claro. Si no me cansaría. Somos gente que le damos muchas vueltas a las cosas. No estamos continuamente girando, paramos para preparar disco y por eso no satura demasiado. Si estuviera muy quemada, no la haría.
Adelántame algunos detalles del concierto que vas a dar este viernes
Me resulta complicado hablar de un concierto. Para mí es una excusa para reencontrarme con la gente que se lleva mi música a su vida.
Sí, pero esta vez te puedes llegar a encontrar con 15.000 personas que se han llevado tu música a su vida...
(Risas) Sí. Son muchos. Para el concierto de Madrid tuve una idea hace muchos meses cuando la crisis empezó a azotar que al final no tiene nada que ver con lo que se ha convertido. Todo el equipo intentamos pensar, sin hacer ruido, que una parte de los ingresos de los conciertos de esta gira se destinaran a las familias que están en el paro y lo pasan mal. Por sentido común, fue complicado. Si no lo dices, no lo van a saber. Y si lo saben ¿cómo haces un reparto justo? ¿Por qué vas a repartir a una cola del paro y no a otra? No conseguimos encontrar la fórmula y optamos por una cara B: divertir a la gente que no puede ir al concierto por razones económicas. Me he encontrado con muchos que se han quedado sin trabajo y que me han dicho: “habitualmente voy a tus conciertos, pero esta vez me va a resultar imposible”. Ésto es lo que inspiró la cara B. En el Palacio de los deportes, 500 personas, acreditando que están en el paro y presentando el DNI podrán acceder a la pista. No son demasiados cuando estás hablando de un aforo de 15.000 personas.
Pero también está el tema de la gente que haya pagado su entrada y que esté en desacuerdo.
El sentido común me dice que no puede haber mucha gente en desacuerdo con que 500 personas que no pueden, ahí está el matiz, puedan entrar al concierto. No es decir que a tí te regalo una entrada y a tí no. Soy consciente de gente a la que le puedo poner cara y nombre que me han dicho que no van a poder permitirse pagar la entrada. Como público, si no tuviera trabajo ni opciones, me gustaría que alguien me diese esa oportunidad. En un momento como este hay que ser más solidarios que nunca.
KIKE DEL TORO
FOTOS: http://www.rosana.net/
miércoles, 23 de septiembre de 2009
CRÓNICA - CÓMPLICES - TEATRO HÄAGEN DAZS CALDERÓN
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CÓMPLICES - Teatro Häagen Dazs Calderón - 22 de septiembre de 2009
El grupo Cómplices ha presentado algunos temas de su nuevo disco Reencarnación (puedes escucharlo entero desde su web) en el madrileño Teatro Häagen Dazs el pasado martes. Canciones como la escalofriante Calor en invierno; la dedicada al rey del pop Príncipe Azul o el tema que han pedido prestado al grupo de su hijo Yago, Friday, Déjala. Hasta ahí los datos objetivos. Esto es lo que hubo, señores y señoras. Pero...¿Por qué me gustan los grupos "clásicos" de la movida madrileña? Porque son auténticos y divertidos, porque hacen que un concierto de pop-rock-riaxeira en un teatro sea divertido y porque convierten la hora y tres cuartos que estuvieron tocando en apenas unos minutos, a pesar del "malentendido" horario -más de 40 minutos de retraso sobre el horario fijado en la entrada-.
Teo es un mago de la instrumentación: piano y guitarras en directo y lo que se ponga por delante: hay que admitirlo, es un gran instrumentista. Además, es un maestro de la composición (y de ceremonias, se acercó al público durante todo el concierto gracias a sus comentarios y bromas) con un cierto halo de egocentrismo, subrayado, además, por un sonido algo deficiente, que ahogaba las letras y coros de María, el otro 50 por ciento de Cómplices.
Grandes éxitos, nuevas canciones y guiños al público: "nuestro tema más famoso" y cuando todo el mundo esperaba Los tejados, Es por tí u Ojos gitanos... tocaron 'a rianxeira' que divertidamente María (por la que, como bien dice su compañero musical y personal, no pasa el tiempo) bailó.
Banda potente, interesante colaboración con Friday, aforo aceptable -¡martes!- y buena música.
Foto: L.H.D.T.
martes, 22 de septiembre de 2009
CRÓNICA - JAMES HUNTER - SALA EL SOL
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JAMES HUNTER – Sala El Sol – 22 de septiembre de 2009
Si por algo se caracteriza el mundo de la música, es por el gran número de paradojas que en él se suceden todos los días. Es difícil entender como James Hunter, el tío que anoche reventó su primer concierto en Madrid -en veinte años de carrera-, dejara de ser un Don Nadie para el gran público hace sólo tres años. La correspondencia entre talento y reconocimiento es, muchas veces, nula.
Hunter, de 46 años y con cinco discos a sus espaldas – The Hard Way, el último, más que notable-, actuó ante 500 personas en la mejor sala de la capital. Muchos por fín pudieron poner cuerpo y rostro al que otrora fuera el eterno músico (y pupilo) de Van Morrison. Otros venían por recomendación: “No sabía muy bien quien era, pero desde mañana no le pierdo la pista”. Con matices, oímos ese comentario hasta cinco veces en el minuito de descanso de la banda antes de los bises.
Uno veía las caras desde la entrada, desde la mesa de sonido, desde la barra interior... y había dos elementos comunes: muchas caras sonrientes (de esas que -todos, sí, los periodistas también- ponemos cuando nos ponemos tontos) y muchas cabezas asintiendo, dando su aprobación y consentimiento a una banda compacta, de sonido (y musicalidad) increíble que reinventan el soul en cada nota, en cada improvisación, sin perder en ningún momento el respeto y la perspectiva de los grandes maestros (desde Howlin´Wolf – a quién debió su primer nombre artístico- hasta Sam Cooke o, por qué no decirlo, Elvis Presley) e influencias que han hecho a Hunter un gran vocalista en el género.
Mientas canta Hand It Over o The Hard Way, el británico sonríe, salta, sonríe, toca la guitarra sin acaparar, sonríe, se desgañita cual Ray Charles y vuelve a sonreír. Pero, por momentos, Hunter también es el perfecto soul man trasnochado en decadencia (piropazo para él de mi parte, en ningún momento va a malas) y es así como consigue que te emociones, bailes o le admires.
Ojo. Que no cobre 90 papeles por entrada, no significa que esté tan lejos de Morrison. Simplemente es una cuestión de tiempo. En cinco años podremos decir que antes de que tocara en el Palacio de Congresos y 60 seguratas te registren hasta el paquete para poder acceder al concierto, nosotros le tuvimos a cinco metros en El Sol.
No todo el mérito es de Hunter (evidentemente). Imprescindible: mencionar a Damian Hand en el saxo tenor; Lee Badau en el barítono; Jason Wilson al contrabajo; Jonathan Lee en la batería y percusiones; y Kyle Koehler en los teclados. Todos tuvieron su momento protagónico. Todos estuvieron a la altura. Todos sumaron a una noche memorable y que esperemos pueda repetirse en un futuro cercano.
KIKE DEL TORO
FOTOS: RAMÓN MATÍAS
lunes, 21 de septiembre de 2009
ENTREVISTA CON BRIAN HUNT
Pero está subido al My Space
domingo, 20 de septiembre de 2009
CRÓNICA - JAY BRANNAN - ORANGE CAFÉ
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JAY BRANNAN – Orange Café – 19 de septiembre de 2009
Quizá, de primeras, suene extraño, pero, en nuestros días, ser guapo también pasa factura. Al menos en el mundo de la cultura. Esa cualidad que muchas veces abre puertas en tantos ámbitos de nuestra sociedad (no voy a decir nada sobre esta postura, que ahonden otros) también implica que el guapo de turno tenga que demostrar que, además de facciones bonitas, tiene talento. No siempre hay correspondencia entre una cosa y otra, aunque Jay Brannan, en su primera visita a España, demostró un talento notable que, eso sí deberá explotar y profundizar en un futuro para pasar en la mera evolución del tipo que se hizo famoso antes como actor ocasional que como músico.
Jay Brannan formaba parte del trío gay de la película Shortbus, que popularizó su imagen y le colocó como involuntario icono de la comunidad homosexual. No deja de haber un cierto morbo entre su público masculino (anoche, el noventa por ciento de los asistentes) que, como no, el músico aprovecha: bien, en sus frases: “Estoy buscando un novio español para conseguir validar mi pasaporte”, nada más empezar, o en sus orgásmicos (o sentidos, pero más bien orgásmicos) gemidos en su delicada versión de Zombie, de Cranberries, uno de los momentos más íntimos del concierto.
Brannan se mueve bien en el mundo de la música. Misma estrategia que nuestra autóctona Zahara. Mucha complicidad con sus fans utilizando las nuevas tecnologías, contacto directo con ellos y, sobre todo, y lo que importa, canciones sencillas, de aroma folk, de buena calidad y un valiente planteamiento en directo: Brannan y su guitarra (y, a veces, sin guitarra).
Era su primera vez aquí y dijo estar considerablemente nervioso. El resultado fue irregular, aunque satisfactorio para las doscientas personas que dejaron a medio gas el Orange Café de la capital. No paró de bromear en todo momento, de (intentar) hablar en castellano y, lo que tiene más mérito, salvar la papeleta del sonido, que falló cada cinco minutos. El público, condescendiente, pese a que su paciencia estuvo puesta a prueba constantemente, guardó absoluto silencio en algunos momentos, lo que hizo que anoche hubiera grandes momentos.
Le falta solera, pero Jay demostró ser un tipo decente, delicado y con buen gusto. Y sí, aunque no con nota, pasó la prueba de ser “algo más que un simple guapo”.
KIKE DEL TORO
FOTOS: RAMÓN MATÍAS
sábado, 19 de septiembre de 2009
CRÓNICA - ANNI B SWEET - SALA EL SOL
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ANNI B SWEET - Sala El Sol - 17 de septiembre de 2009
Con Ana “Sé Dulce” es muy fácil tirar por el camino obvio, prejuzgarla y meterla en el saco de niña-que-hace-folk-con-su-guitarrita. De acuerdo, los directos de Anni aún no tienen la raza que exige un género tan genuíno como el suyo e, inevitablemente, está en el mismo saco de la patrulla Folk (en comandita: Lourdes Hernández, Lidia Damunt, Alondra Bentley – esta última de inmenso talento - ) Ahora bien, en ella, hay una especial sensibilidad en transmitir sentimientos (cosa que le cuesta horrores, pero consigue) que van mucho más allá de esa absurda tendencia de su generación a hacer canciones con el mismo grado de “cool” que de superficialidad.
Anni y su Start, Restart Undo no ha parado de escalar y progresar. Esas canciones desnudas y delicadas al principio, ligeramente lineales en formato básico han cogido cuerpo gracias a los solventes músicos de Templation que habitualmente tocan con Brian Hunt (o son miembros de los mismos Half Foot Outside).
Cierto que para alguien que sólo le llame la atención su música, la hora y veinte minutos de concierto puso hacerse un pelín larga. Ahora bien, los seguidores más acérrimos (ya los va teniendo, 120 entradas compradas con anticipación) pudieron disfrutar de ella en la sala idónea.
Y Ana, en su gran noche, tan tímida como siempre pero con mirada agradecida y haciéndose cada vez más grande.
Pega. Pegón: bien que en un pabellón de gran aforo se beba, se baile, se haga ruido o se hable. Ahora bien, cuando el recinto, y sobre todo, el repertorio (y el público mismo) incita (e incitan) al silencio es poco permisible el ruidazo general de las últimas filas (la mayoría invitados) que no hacen más que perjudicar a los que sí sacaron su entrada.
Y de teloneros, Arizona Baby, que en octubre editan su nuevo disco y son el nuevo fichaje de Subterfuge. Dan un aspecto totalmente americanos, aunque, si no me confundo, vienen de Valladolid. Más eufóricos que la última vez que les vimos y más asentados. Un terceto cañón acústico cual Fleet Floxes en versión patria que, en todo momento, nos puso una sonrisa en la cara.
KIKE DEL TORO
FOTOS: Mercedes Haussman
miércoles, 16 de septiembre de 2009
ENTREVISTA CON ANNI B SWEET
Seguna vez que hablamos con Ana en apenas tres meses. Había motivos. El jueves tiene su prueba de fuego en Madrid. La sala El Sol. 400 personas podrán ver por primera vez a la malagueña con banda completa en la capital desengranando en su totalidad Start, Restart, Undo, uno de los indiscutibles discos del año por derecho propio (sin que, apriori, ella se lo propusiera). En estos tres meses nosotros no la hemos dejado de tener presente en nuestro reproductor, incluso la hemos visto en directo. Ella ha tocado en el FIB, ha compuesto su primera canción en castellano y está ya preparada para dar su primer salto internacional. Estos días ha salido el videoclip de La La La, su segundo disco y a horas de “la gran cita” hemos querido hablar con ella para ver cómo está preparando (y esperando) el concierto. Esto nos contó:
"Va a ser algo bastante especial. Es la primera vez que toco con banda completa en Madrid y vamos a hacer todas las canciones del disco. Va a haber cosillas diferentes, canciones nuevas y algunas versiones. Estoy un poco nerviosa" (Risas)
¿Qué vamos a ver como diferencia con el bolo de hace unas semanas en Búho Real?
Principalmente la banda al completo. Es una diferencia bastante gorda. Las canciones van a sonar de una manera distinta. De alguna manera en el Búho Real mostré mis composiciones tal y como empezaron. Ahora han evolucionado. Vamos a tocar el disco entero, en Búho Real hicimos una cosa más breve y haremos una vesión que saldrá en la próxima tirada del disco.
Llevas tocando ya un tiempo con la banda. ¿En qué punto puedes decir que está el sonido pretendido tras unos pocos conciertos?
Es que hemos tenido muchos cambios en la formación (Risas). Con tanto lío no hemos tenido muchísimo tiempo de ensayar, más que tocar de forma natural sintiendo cada uno lo que estamos haciendo encima del escenario. Pero eso también es bonito. Según vamos tocando más cada uno tira más al camino por el que le gustaría llevar la canción y creo que suena bastante bien. De todas formas, este es el principio, nos hacen falta muchos conciertos más (Risas).
Me dijiste que tu primer tema en castellano lo ibas a llevar al country. Ya la pudimos escuchar en directo ¿cómo está siendo la respuesta?
¿Vísteme?
Si
Está ya ensayada con la banda y nos inspiramos en Dyango Reindhart, el guitarrista que se volvía loco ahí tocando. La canción misma nos pidió que fuese así. A ver qué tal la respuesta de la gente porque, de momento, estamos probando.
¿Tienes alguna fecha importante aparte de la que nos ocupa este jueves?
martes, 15 de septiembre de 2009
CRÍTICA - MUSE - THE RESISTANCE
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Hay discos que, desde el principio, tienen una clara vocación: unos; a la autodestrucción inmediata por su enfermizo contenido, otros; a la necesaria condena del olvido de los productos efímeros por necesidad, algunos; a ser altivamente elevados por los críticos y desgraciadamente ignorados por el público. Y, por último, unos pocos que consiguen alinear a los planetas y conseguir que talento y repercusión tengan una relación de primo hermano. The resistance, nueva obra (llamarlo disco es casi una ofensa) de Muse, sube todos los escalones del tirón y se eleva él solito y sin ayuda al olimpo de las escasas joyas del arte del siglo XXI.
Muse han conseguido, con poco más de 30 años, llenar estadios. Pero hay una diferencia colosal entre los motivos por los que 50.000 personas van a ver a Muse, a U2 o a Madonna. Ellos no son telepredicadores ni líderes de ninguna generación. Su grandeza reside únicamente en el mastodóntico talento que les ha hecho firmar dos obras maestras (esta y Black Holes and Revelations) , dos discos sobresalientes (Absolution y Origin of Simmetry) y uno generacional (Showbiz). Y ninguno es continuación del anterior.
The Resistance tiene los mismos altos y bajos que la vida de cualquier mortal: denso, complejo, excesivo, marciano, cargado de imágenes, profundamente cinematográfico. El disco empieza directo, energico, potente, como quien ofrece lo mejor de sí mismo en Uprising. Ritmo endiablado de batería, palmas y un épico sintetizador perfecto para levantar estadios. Un temón oscuro, contundente, de lo más accesible del disco que se empalma con el sinuoso ambiente inicial de The Resistance, colosal segundo tema. El Starlight de este disco. Los redobles se empiezan a oír a lo lejos y cada vez se acercan más. Con un puente puro Queen “It could be wrong” y un estribillo colorista y grandilocuente para terminar el tema con los redobles del principio, alejándose poco a poco.
La tercera es Undisclosed desires, que, siguiendo con el símil del desarrollo de la vida de un ser humano, simboliza (en forma de canción) esa decisión no acertada que todos tomamos en un momento dado de nuestras vidas, con un punto rebelde, anti sistema, innecesaria desde la perspectiva del tiempo pero obvia en el in situ, que te conduce a tu primera hostia con la realidad. Quizá esta sea la hostia del disco. Como la vida, The resistance tiene altibajos, momentos gloriosos y un desenlace en este caso, hiperprecioso.
United States Of Eurasia es esa bestia parda que es antónimo de cualquier atisbo de academicismo. Ese momento en el que te haces adulto y haces grandes cosas, pero todavía tienes modelos que imitas que te hacen demasiada sombra. En este caso, el modelo a imitar es Freddy Mercury, obviamente, pero el resultado final es notablemente lustroso. ¿Se puede conseguir que un piano con cadencia árabe suene psicodélico?. Muse pueden. No es Bohemiam Rapsody, quizá eso es tirar demasiado por lo alto, pero tiene una belleza incuestionable. ¿Meter una pequeña pieza de Chopin? Alguno pondrá el grito en el cielo, y no necesariamente un purista. Pero ¿Quién tiene cojones de hacerlo en la actualidad?
Con Guiding Light y Mk Ultra (nombre del experimento ilegal que Allen Dulles, director de la CIA, autorizó para llevar a cabo en secreto durante la Guerra Fría y que consistía en crear una droga que incitaba al sujeto a decir la verdad) son más accesibles. Menos originales. Mk es un cañón electrónico lleno de sintetizadores. Bellamy, Howard y Wolstenholme llegan a la madurez por la puerta grande. Asentados. Y aún quedan dos joyas antes de su gloriosa decadencia. La primera, Unnatural Selection, que es el tema en el que las guitarras (pelín olvidadas en conjunto) toman protagonismo. Redondo. La segunda, I Belong To You, que representa ese momento en el que se deshacen de ataduras y complejos y firman el preludio de lo que va a ser su más acertado registro. ¿el francés de Bellamy? (el acento, entiéndase bien, por favor) Arena de otro costal.
Y la madre del cordero. El eje central de este disco y, probablemente el motivo por el que existe The Resistance. Exogenesis: (Part I, II y III)
Overture es siniestra, misteriosa. El sosegado timbre de Mathew en clave operística es impresionante. Pura psicodelia. Uno se remonta a los años 60 y ve a Álex, protagonista de La naranja mecánica repartiendo hostias como panes a cámara lenta. Y uno no prodiga con la violencia, que cualquier ente superior me salve, pero la imagen puramente cinematográfica en la cabeza fascina. Uno también puede imaginarse a Bellamy cual demiurgo en una de las siete maravillas del mundo cantando esta belleza.
El piano, aquí desasosegante, de Exogenesis II (Cross Pollination) nos lleva a 2001: Odisea en el espacio en su inicio para desembocar en un decadente ritmo de vals con la trasnochada, lúcida, quebrada y profundamente inspirada voz de Mathew que se hace cada vez más grande sin perder la apocalíptica, axfisiante, incómoda sensación que está elevando la canción al cielo. Y vuelve la calma. Pero la sensación es igual de incómoda. La de un mal sueño.
Exogenesis III (Redemption) sería la música perfecta para que sonara en tu funeral. Esperanzadora pero triste, musical reflejo del universo que nos rodea. Perfecta para repasar tu existencia en diapositivas. Y para entender que, la vida, igual que este disco, es absolutamente compleja e inspiradora.
Para quien esto escribe Muse han escrito el mejor disco del siglo XXI. Para muchos, es de entender, no lo será. De hecho, las críticas de los detractores están siendo terribles. Ahora bien. Es el único grupo del siglo XX y XXI capaz de hacer sombra a Queen. Y además, desde su condición de mainstream planetarios, han firmado una de las idas de olla más sobresalientes de la historia de la múscia. Y eso, hoy en día, no lo hace nadie.
¿Mi consejo? Obvia todo lo que has leído en esta crítica. Hazte con él (de la forma que quieras) y escúchalo. Cualquier opinión de un crítico sobra ante tal experiencia sonora.
KIKE DEL TORO
FOTOS: http://www.myspace.com/muse
lunes, 14 de septiembre de 2009
ENTREVISTA A DORIAN
Este disco tiene un tono bastante down. Muy melancólico. ¿Por qué se ha dado esto?