Pastora y su noche de fiesta madrileña
***1/2 / *****
No es la primera vez que Dolo Beltrán y los suyos visitan Madrid. La última vez fue el año pasado para presentar su bien intencionado aunque nada resolutivo "Circuitos de Lujo". Es por todos sabido que su momento (estilístico) actual es de incertidumbre, pero ellos, lejos de etiquetas y elementos exógenos que pudieran distorsionar la noche, hicieron que todo el mundo se lo pasara bien (ellos incluidos por supuesto).
Algo más de 800 personas (casi lleno) corearon todas y cada una de los grandes éxitos de la banda, remezclados y rediseñados para bailar y bailar. Y en esas estuvimos. Invasión, en una versión aún más psicodélica que la original, abrió fuego y después vinieron temazos uno detrás de otro: Mirona, Día Tonto o Me tienes contenta.
Hubo varios momentos álgidos. Indiscutible el lado cómico de su vocalista, a la hora de contar la historia de Jonhatan y Jessica (que precede al tema Tengo) o la delicada intimidad de Desolado (para quién esto firma, la mejor canción de su carrera hasta el momento).
Viendo el espectáculo de más de dos horas del viernes, uno espera que su próximo disco sea su definitivo salto a la electrónica, donde se mueven como pez en el agua. Y si no, siempre quedará la gracia de un grupo desaprovechado con un evidente sello personal.
KIKE DEL TORO
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