martes, 29 de septiembre de 2009

CRÍTICA - AMARAL - LA BARRERA DEL SONIDO

Rompiendo sus propias barreras

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Parafraseando al título de este doble disco en directo, es una buena idea empezar hablando de barreras. Sonoras, sociales, intelectuales y evidentemente artísticas. Barreras que la crítica musical especlializada de este país se niega a derribar en el momento en que las ventas de un disco se acercan o sobrepasan los cinco dígitos. Las mismas barreras que Eva y Juan han derribado, casi sin proponerselo, quince años después de aterrizar en el underground zaragozano.

Hacer un buen disco en directo es arduo. Lo ideal sería que trasladar las sensaciones, en este caso, las vividas en el inmenso Palacio de los deportes el pasado 30 de octubre de 2008 en un disco. Y eso, para bien o para mal, es imposible. Por eso no me gustan los discos en directo. Nunca hacen justicia. Con todo, es loable cuanto menos el esfuerzo de mircofonar uno de los pabellones más enormes de la capital, ceder, en la mezcla el protagonismo justo a las guitarras y a la batería, pero, definitivamente, el resultado final dista mucho de lo que vimos en directo.

Amaral tienen un directo arrollador. No es nuevo. Doce años de conciertos por toda la península legitiman tal contundente afirmación. Y quizá esta gira, con una banda de reconocido prestigio previo, es la que les ha dado mejores resultados artísticos y, sobre todo, una eufórica respuesta del respetable que, si bien no han colgado el Sold Out en todas sus citas, se han quedado cerca en un buen puñado de ellas.


Más que un mero ejercicio de exhibición sonora de los logrados directos de su gira Gato Negro – Dragón Rojo (llevan quince meses en la carretera), La barrera del sonido es la confirmación de un presente enérgico e inspirador. Su mejor momento, que, mirándolo friamente, no es más que el punto de partida de todo lo que promete llegar.

Este disco (y esta gira) es la despedida de una etapa de cinco discos que no volverán a retomar en el futuro. Lo han dicho ellos. Y mucho de eso hay. De las 28 canciones que se incluyen, 14 pertencen a Gato Negro – Dragón Rojo, y las otras catorce son grandes éxitos de su carrera. Números uno que forman parte (involuntariamente) de los oídos de miles de seguidores de variopinta condición.

Buena culpa de este fructífero momento sonoro la tienen Coki Jiménez (batería), Zulaima Boheto (cello), Enrique Mavilla (teclados) Iván González (Bajo) y Octavio Vink (Guitarra). Y Eva y Juan, evidentemente.

Quizá la gran pega del disco es basar casi todo el repertorio en sus cañonazos más conocidos. Tras el All tomorrow´s Parties suena Kamikaze, Tarde de domingo Rara, El universo sobre mí y Toda la noche en la calle. Y la tónica de estribillos radiables no para en todo el concierto: Marta, Sebas, Guille y los demás; Moriría por vos, Resurrección, Perdóname, Días de verano... Todo efectivo, pero previsible.


Se echan en falta más reconversiones de viejas canciones, que es cuando de verdad se crecen: Estrella de Mar y su potente corte Udosero; No sé que hacer con mi vida en clave texana o Cómo hablar únicamente a guitarra y voz.

Y no es por falta de repertorio. Entre sus firmas hay temones menos conocidos que apenas han tocado en otras giras como Confiar en alguien, Siento que te extraño o Tarde para cambiar y que contribuirían a fomentar esa credibilidad que los excépticos (todavía los hay) no quieren reconocer. Ahora bien, Servidor no hace los repertorios. Y lo que opinen los excépticos es, en cualquier caso, intrascendente, para ellos y para los 15.000 seguidores que presenciaron (amos) el concierto en vivo.

En definitiva, La barrera del sonido, sin ser un gran disco en directo (recalco la idea de que es prácticamente imposible hacerlo) será el perfecto entretenimiento para sus seguidores en el largo tiempo que Eva y Juan estarán fuera del circuito preparando nuevo material.

KIKE DEL TORO
FOTOS: JORGE PARÍS: (www.jorgeparis.com); MANOLO YERA (www.amaral.es).

lunes, 28 de septiembre de 2009

CRÍTICA - FITO & FITIPALDIS - ANTES DE QUE CUENTE DIEZ

Sólo un disco mas

** 1/2


Decía el otro día un compañero de la redacción que todo artista aposentado en la cumbre tiene derecho, al menos, a hacer un disco en el que se pueda repetir. Por la boca vive el pez no fue, literalmente, una segunda parte de Lo Más lejos a tu lado, pero sí una evolución a la enésima potencia de trabajos pretéritos. Y le salió bien. Muy bien. Su obra magna (con los Fitipaldis); eficaz, accesible, imprescindible... Uno de los mejores discos del rock español de los últimos años.

Quizá esa condición de clásico inmediato de su predecesor, perjudica demasié este nuevo disco de primeras. Pero, cinco o seis escuchas (atentas) después, Antes de que cuente diez aporta mucho menos de lo mismo. Fito Cabrales dió hace ya más de un lustro con su fórmula del éxito. En ella hay una mezcla de ingenuidad, naturalidad y tres acordes tontos que se reptiten hasta la saciedad y se reformulan de mil maneras pareciendo que cada vez que los escuchas es la primera.

Pero la fórmula tiene límites. Y Antes de que cuente diez, título del disco y homónima que abre el disco, es una premonitoria declaración de intenciones: “No tengo nada para impresionar. Ni por fuera ni por dentro”. Fito une un poquito de Acabo de llegar y otro poquito de Medalla de Cartón y el resultado es un efectivo single cañón para la radio pero previsible para sus seguidores, entre los que me incluyo.



El disco en conjunto es flojo, pero, como todo, tiene buenos y malos momentos. Los buenos: Catorce vidas son dos gatos es un baladón marca de la casa, La cuisine de Bernhard (instrumental), aún recordando a Por la boca vive el Pez (en conjunto, en concreto a Donde todo empieza) es la mejor del disco. Y Qué necesario es el rock and roll, como no. Sólo por el título, pero también por sus perlas: “tengo el defecto de sonreir... sólo por no estar muerto”.

En el cupo del coñazo puede meterse Tarde o temprano, que, en directo, será un cañón perfecto para presentar a la banda, pero en el disco a lo único que incita es a pasarla en el reproductor. Me acordé de tí tiene versos afortunados: “Hay un niño que se esconde siempre detrás de mí”, pero también un aroma a Knopfler, que, a estas alturas del partido, no es nada sorpresivo. Tampoco es que atine demasiado con Todo a cien, de La cabra mecánica, con los que compartirá la gira de este año.

El disco en sí da igual. Me explico. No dejan de ser diez canciones (una instrumental) que, sin aportar mucho, se incorporarán a sus conciertos de dos horas y media que abarrotaran los pabellones de las ciudades grandes y medianas. Todos las cantaremos y las terminaremos aceptando como parte de un repertorio plagadito de éxitos, algunos clásicos. Le pese a quien le pese, es un disco que da la excusa perfecta para salir de gira. Cosa que nos encanta, todo hay que decirlo.



Asumido esto, lo más decepcionante es que Fito no hiele la sangre con ninguna canción. No te haga parar lo que estás haciendo y que se te ponga la carne de gallina como con Donde todo empieza, Acabo de llegar, Sobra la luz, Como pollo sin cabeza o Abrazado a la tristeza (también versión). Está claro que es un disco infinitamente mejor que cualquier bazofia de las que programen las emisoras que harán que “Antes de que cuente diez” sea el disco más vendido de este año. Pero, a estas alturas, de un compositor brillante, se esperan cosas brillantes.

KIKE DEL TORO
FOTOS: http://www.elclubdigital.com; www.fitoyfitipaldis.com; FLICKR: NACHO CUBERO

CRÓNICA - LAS NOVIAS - SALA HEINEKEN

Las novias tiñen de negro una sala desangelada

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LAS NOVIAS – Sala Heineken – 26 de septiembre de 2009


Muchos años de inactividad, pero pocos meses desde su último concierto en Madrid. Y eso se notó. El mismo día que The Cult (por tercera vez en tres años) aterrizaba en La Riviera el grupo zaragozano hacía lo propio en la Heineken ante algo más de 300 personas. Muy entregadas, eso sí, pero insuficientes para llenar la sala, aún siendo sábado y siendo una cita importante para el grupo.

¿El motivo? La puesta de largo en plan bien de “Ego”, tercer trabajo de la banda en 22 años. No, no han sido muy constantes. Quizá porque la masa de seguidores que consiguieron en Zaragoza no se repitió en el resto de la península. También porque el éxito de Héroes del silencio (con quien compartieron más de un concierto y leyenda viva de la historia de la música aragonesa) fue excesivamente grande (y monopolizador). ¿Había motivos para el regreso? Pues, de primeras, y siendo un poco cabrón: No. Se les puede tachar de oportunistas.

Ahora bien: Ego no es un disco cualquiera. Es el mejor trabajo de la banda zaragozana y un regreso más que notable al sonido de los grupos de la ciudad de finales de los años 80 en versión 2.0. Su directo, aún con algún manierismo épico que no hace ningún bien a su credibilidad, ha ganado en consistencia, rotundidad y conceptualidad.

Toño cita a David Lynch y crea un universo oscuro, onírico... y previsible. Quizá lo más perjudicial (o no, según se mire) es esa sensación de “no me salto ni una coma del guión” que, ante una audiencia escasa, quizá hubiese sido necesario saltarse. Entre el público, mucho siniestro y un color predominante en el 95 por ciento de ellos: el negro.

No fue un mal directo, ni mucho menos. A pesar de que la Heineken tiene una acústica cuestionable y que la cosa empezó fría el ambiente, el sonido y la sinergia entre los músicos se fue calentando poco a poco.

Sonó Eclypse, Fuego camina conmigo o Ámbar (¡ay!, cuan simbólico es este color en las noches de la ciudad del cierzo). Entre el público Carlos Escobedo, de Savia; Santi Rex, de Niños del Brasil, mucho fan de Héroes y más de un zaragozano de visita.

KIKE DEL TORO

sábado, 26 de septiembre de 2009

CRÓNICA - ROSANA - PALACIO DE LOS DEPORTES DE MADRID

De cantautora a rockera

ROSANA - Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid - 25 de septiembre de 2009

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La noche del viernes vivimos un concierto de puro rock con Rosana y su banda. Quien pensara que el show de la canaria es un concierto de una brillante cantautora -que lo es- con guitarra y voz se equivoca totalmente: estamos ante una potente banda de rock. Rosana congregó, según nuestras estimaciones, a 6.000 fieles en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid y desgranó tema tras tema numerosas canciones de A las buenas y a las malas, su último álbum.

Se nota que el disco ya ha paseado por numerosos escenarios y, además, ella se complementa a la perfección con una abultada banda: seis personas en escena, entre los que destacan un interesante guitarrista y un potente corista. Rosana conecta con su público desde la primera canción y les hace vibrar: corean sus canciones, las bailan y, lo más importante, las disfrutan tanto (o menos) que ella misma encima de las tablas.



Tanta es la conexión que incluso se baja a mezclarse con sus fans mientras canta un medley con las canciones más conocidas de su repertorio: Talismán y A fuego lento. Mientras intenta explicar por qué puso a disposición de medio millar de parados unas entradas para ver su show (¿respetable, cuestionable, admirable?), el público ahoga sus palabras pidiendo que cante Si tú no estás aquí. Y se hace el silencio en el pabellón. Y desenchufa sus guitarras y su voz (potente, extraordinaria) ahora canta las estrofas solicitadas y se vuelve a hacer el silencio. El público ya estaba en su bolsillo; ahora también la tienen en su corazón: piel de gallina y algunos ojos brillantes.



Luego risas, risas y más risas; saltos, saltos y más saltos y sobre todo, muy buen rollo. Y como las sorpresas no pueden faltar: el periodista Juan Ramón Lucas, al escenario para acompañarla en un tema. En definitiva, ¡dos horas! -cada vez se estila menos- de música y de buen rollo.

L.H.D.T.
Fotos: Ramón Matías

jueves, 24 de septiembre de 2009

ENTREVISTA A ROSANA

“Flipé cuando me dijeron que mi música se escuchaba en la Plaza Roja de Moscú”



Imposible pillar una foto de ella en la que no salga sonriendo. Su buen rollo y su optimismo constante, señas de identidad, causa admiración y cansancio casi por igual. Tras casi diez años alejada del número 1 y de los éxitos masivos, Rosana volvió a principios de año con un disco tremendamente inspirado que no sólo le devolvió a los primeros puestos sino que incluye la que, para nosotros, es la mejor canción de su carrera: Llegaremos a tiempo. La de Rosana es una carrera llena de altibajos, como una montaña rusa. De la nada vendió un millón de discos y llenó aforos como si no hubiera mañana. De la misma forma, se dió una de las mayores hostias comerciales que se recuerdan en el pop español con "Marca Registrada" y "Magia". La industria musical ha cambiado mucho en muy poco tiempo. Quizá porque son tiempos difíciles o simplemente porque llevaba mucho tiempo sin sorprender de verdad. Mañana ofrece su concierto más importante de este año. Su reencuentro con las multitudes, con la capital. Hasta 15.000 personas (aunque la estimación inicial es de 10.000) llenarán el Palacio de los deportes. Hemos hablado con ella un día antes de la esperada cita. Y nos ha contado muchas cosas... Os lo aseguramos.

Estuviste mucho tiempo callada antes del lanzamiento de "A las buenas y a las malas" ¿Por qué?

Más que callada, he estado con otras cosas. Desde Magia hasta que salió el nuevo álbum hicimos, aparte de la gira del disco, unos shows que llamamos “Los conciertos en la luna llena”, con motivo del décimo aniversario de Lunas Rotas. Para la ocasión retomamos todo el material de aquella época: maquetas, videos, fotos y lo editamos en una caja muy especial que llamamos De casa a Las Ventas. Muchas veces parece que si no sacas un disco de estudio no estás haciendo nada (Risas)

Aparte tienes más facetas ajenas a la música, aunque ésta sea la principal

En estos años me he centrado en la música. Anecdóticamente saqué un libro con muchas de mis canciones: conocidas y no conocidas. Incluí pensamientos, frases. Al ser autora de mis propias canciones, mi caso no es como el de otros compañeros que terminan su gira y se pueden meter directamente a grabar porque en paralelo le han preparado el disco. Cuando compongo me gusta estar al cien por cien y no compaginarlo con otras cosas.

Ahora que han pasado unos meses de la edición del disco quisiera que me hicieras un pequeño balance del mismo.

Tampoco tanto, cinco meses. Y a día de hoy, está siendo un trabajo muy querido por la gente. Con él, me pasa una cosa muy curiosa que ni siquiera ocurrió en Lunas Rotas. En aquel disco, a unos les gustaba Si tú no estás, a otro Sin miedo. En este disco, la puerta a la gente es Llegaremos a tiempo, pero les gusta el disco entero en conjunto. Se nota en los conciertos. Cantan las canciones de arriba abajo. “A las buenas y a las malas” me está regalando momentos muy bonitos y muy dulces. Aún siendo conscientes de la realidad que nos rodea, a nosotros y al disco.

Si hay una característica por la que siempre has destacado ha sido tu optimismo. Ahora bien, es la primera vez en tu carrera en la que no te veo siempre positiva. Hay un toque más melancólico.

Esa melancolía es el resultado de la realidad. La persona optimista no es la que ve el mundo como no está. El tipo de optimismo con el que asocio mi forma de vida es el de reconocer que el mundo no pasa por su mejor momento, reconocerlo y, aun así, creer y sentir que podemos cambiar las cosas. Quizá por primera vez, no sólo digo lo que siento, sino también lo que pienso y, en consecuencia, me ubico del lado del que siempre pierde.

Pero insisisto, tal y como están las cosas … ¿Cómo consigues estar así 24 horas?

Tiendo a ver el vaso medio lleno siempre. En mi casa somos una familia numerosa y hay una frase que se ha repetido hasta la saciedad: “Todo será para algo mejor”. Hay quien dice “de todo se aprende”. No sólo, se aprende para mejor.

Me sorprende una cosa: Llegaremos a tiempo es quizá uno de los singles menos comerciales de tu carrera. Y, sin embargo, ha sido el que te ha llevado al número 1 después de unos cuantos añitos sin pisarlo.

Sí, por eso te digo que el disco está recogiendo momentos muy dulces. Si este disco lo hubiésemos sacado hace tres años, hubiese sido todo muy diferente. No sé si será comercial o no, pero cada día creo menos en las etiquetas. Creo en las canciones de verdad, en las que se sangran cuando se hacen y que se cantan con el ánimo de comunicarte con el resto del mundo. Si el resultado es verdad, lo demás llega de la misma manera. De hecho, una de mis canciones bandera: Si tú no estás, es a guitarra y voz. Cuando la escucharon, todos dijeron que era muy bonita, pero una pena que no fuese comercial. Y pasados los años, si no la que más, es una de las que más se ha escuchado de ese primer disco y la que sigue sonando. En ese momento dejé de creer en etiquetas.



La gran cita de esta gira es la del Palacio de los deportes, mañana día 25.

Sí. Lo hicimos aposta. El primer concierto que dí en Madrid en un aforo grande fue ese mismo día en la plaza de toros de Las Ventas. Nos llovió de lo lindo. Recuerdo ese día como algo muy especial por muchos motivos. Uno de los más especiales fue, que, a pesar de la lluvia, no se movió nadie. Con la lluvia se fastidiaron las proyecciones, pero seguimos adelante. Esta vez lo que si que hemos previsto es asegurar el show con un escenario cubierto y un recinto cerrado. (Risas)

Ahora entiendo entonces la antelación en el anuncio de la fecha. Ví el cartel del concierto las navidades pasadas.

(Risas). Claro, al ser una fecha tan señalada corríamos el peligro de que no nos la reservaran.

En octubre retomas la gira en Argentina.

Sí. Vamos a ir a América del sur durante dos meses. En diciembre vamos a algunos conciertos en sitios en los que no hemos tocado, como Rusia o Alemania. Nuestra música ha funcionado muy bien allí, pero no habíamos, hasta ahora, podido dar conciertos. Las navidades las pasaremos en casa y ya después atacaremos Norteamérica y algunas ciudades europeas más, como Italia. Me hace ilusión descubrir algunos sitios nuevos.

¿No te sorprende haber sonado en la Plaza Roja de Moscú?

Me llamó mucho la atención. Pasa desde hace mucho tiempo. La primera vez que me dijeron que sonaba en Rusia fueron unos amigos que me dijeron que habían estado de vacaciones por allí. Cuando les escuché pensé “dejaros de coñas” Los amigos son así (Risas) Pero, a las dos semanas, me encontré con gente que me dijo que me había escuchado por la megafonía de la Plaza Roja. Y flipé un montón. No hemos podido tocar allí aún. Primero, porque hasta que no se dé esto de la clonación no puedo llegar al mundo entero y; segundo, tampoco nos esperábamos que, con este disco, nos han empezaran a llamar promotores de allí para hacer conciertos.

Y tú hace diez años, ni te ibas a dedicar a esto …

Has visto... Me iba a dedicar a la música, pero no a cantar. Es un sueño que he vivido en directo. En mi cabeza y mi corazón nunca estuvo el sueño de ser cantante encima de un escenario para la gente. Cantaba porque para componer es necesario y así se las enseñaba a mi familia y amigos. Ellos fueron los culpables de todo esto.

Leí un titular que me llamó mucho la atención: “Triunfar de la manera que lo hice fue una putada

(Risas). Sacado de contexto puede parecer incluso de mal agradecida.

Se entiende

Sí, si no lo sacamos de contexto tiene todo el sentido del mundo. Si el éxito te llega en un tercer disco, un quinto o un sexto tienes ya una trayectoria, un oficio. Sabes lo que es una sesión de fotos, gacer una entrevista. Y el éxito te llega como resultado de una trayectoria. Pero cuando te pasa eso en un primer disco macho … De verdad. Como dice el título del disco. Cuando sales del sofá de tu casa y te vas a la plaza de toros de Las Ventas es una putada en ese sentido. No le puedes dar a la gente todo lo que se merece porque todavía lo estás aprendiendo.


Supongo que habrás agradecido que se haya calmado todo desde aquel disco

Sí (alarga mucho la “i”). Empecé a sentirme a gusto de verdad en el tercer disco. Ahí fue consciente de que estaba haciendo lo que más me gusta, aunque no me lo hubiera propuesto. Tenía la gran suerte de que el público estaba de mi lado. Hasta ese momento, lo único que me preocupaba hasta ese disco era que nada de lo que me estuviera pasando se llevara nada de lo que me importaba.

De hecho, tengo apuntado: “El éxito no se ha llevado nada que me importe

Exactamente. Mi única preocupación. Cada noche llegaba a mi casa y me comía la cabeza con ese tema. Después de hacer conciertos como el de Las Ventas y de alimentar el ego, quería que todo eso se quedara en un sitio bonito, pero que no me comiera. Todas las noches me planteaba de donde soy, de donde vengo.

¿En algún momento llegó a comerte?

Mmm No. Y te voy a decir por qué. Gran parte, porque tengo una familia y amigos que estaban dispuestos a darme una colleja si hubiese sido necesario.

Mencionas mucho a tu familia. Indirectamente en las canciones y directamente en las entrevistas.

Sí. Siento que forman parte de mí, más allá de la evidente cuestión sanguinea. Mis amigos son igual parte de la familia, haya o no sangre de por medio. La familia es toda la gente que tiene que ver contigo y la que quiere tener algo que ver.

Sueles aparecer poco en la prensa

(Risas). Sólo cuando tengo algo que contar de mi trabajo: un disco nuevo o un concierto, como hoy. No metería a mi familia en el escenario, y tampoco al público en mi casa. La gente me respeta mucho y separan muy bien, y saben, que, cuando estoy en casa, los míos son los míos y cuando estoy ahí arriba los míos son ellos.

¿Hay alguna ciudad en la que te sientes más cómoda tocando?

Cuando suena una canción, el mundo es el mismo. Los lugares se diferencian más por el antes y el después. En Canarias nací y en Madrid me crié. Son sitios especiales. Pero también son especiales otros lugares por emociones concretas que he vivido allí.

Podrías decirme : de todos tus discos editados, cual es tu mejor canción y cuál la peor.

La mejor todavía no la hecho. Siempre está por hacer. Mi peor canción... No es la peor, pero la que más cansada me tiene es El Talismán. Es que tiene muchas desventajas: la hice para Ana Belén, aunque nunca se la pasé. Sonó hasta la saciedad, la canto en todos los conciertos...

Supongo que la habrás reconvertido de mil maneras para no aburrirte

Claro. Si no me cansaría. Somos gente que le damos muchas vueltas a las cosas. No estamos continuamente girando, paramos para preparar disco y por eso no satura demasiado. Si estuviera muy quemada, no la haría.

Adelántame algunos detalles del concierto que vas a dar este viernes

Me resulta complicado hablar de un concierto. Para mí es una excusa para reencontrarme con la gente que se lleva mi música a su vida.


Sí, pero esta vez te puedes llegar a encontrar con 15.000 personas que se han llevado tu música a su vida...

(Risas) Sí. Son muchos. Para el concierto de Madrid tuve una idea hace muchos meses cuando la crisis empezó a azotar que al final no tiene nada que ver con lo que se ha convertido. Todo el equipo intentamos pensar, sin hacer ruido, que una parte de los ingresos de los conciertos de esta gira se destinaran a las familias que están en el paro y lo pasan mal. Por sentido común, fue complicado. Si no lo dices, no lo van a saber. Y si lo saben ¿cómo haces un reparto justo? ¿Por qué vas a repartir a una cola del paro y no a otra? No conseguimos encontrar la fórmula y optamos por una cara B: divertir a la gente que no puede ir al concierto por razones económicas. Me he encontrado con muchos que se han quedado sin trabajo y que me han dicho: “habitualmente voy a tus conciertos, pero esta vez me va a resultar imposible”. Ésto es lo que inspiró la cara B. En el Palacio de los deportes, 500 personas, acreditando que están en el paro y presentando el DNI podrán acceder a la pista. No son demasiados cuando estás hablando de un aforo de 15.000 personas.

Pero también está el tema de la gente que haya pagado su entrada y que esté en desacuerdo.

El sentido común me dice que no puede haber mucha gente en desacuerdo con que 500 personas que no pueden, ahí está el matiz, puedan entrar al concierto. No es decir que a tí te regalo una entrada y a tí no. Soy consciente de gente a la que le puedo poner cara y nombre que me han dicho que no van a poder permitirse pagar la entrada. Como público, si no tuviera trabajo ni opciones, me gustaría que alguien me diese esa oportunidad. En un momento como este hay que ser más solidarios que nunca.

KIKE DEL TORO
FOTOS: http://www.rosana.net/

miércoles, 23 de septiembre de 2009

CRÓNICA - CÓMPLICES - TEATRO HÄAGEN DAZS CALDERÓN

De cómo la movida regresa de vez en cuando a los teatros

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CÓMPLICES - Teatro Häagen Dazs Calderón - 22 de septiembre de 2009

El grupo Cómplices ha presentado algunos temas de su nuevo disco Reencarnación (puedes escucharlo entero desde su web) en el madrileño Teatro Häagen Dazs el pasado martes. Canciones como la escalofriante Calor en invierno; la dedicada al rey del pop Príncipe Azul o el tema que han pedido prestado al grupo de su hijo Yago, Friday, Déjala. Hasta ahí los datos objetivos. Esto es lo que hubo, señores y señoras. Pero...

¿Por qué me gustan los grupos "clásicos" de la movida madrileña? Porque son auténticos y divertidos, porque hacen que un concierto de pop-rock-riaxeira en un teatro sea divertido y porque convierten la hora y tres cuartos que estuvieron tocando en apenas unos minutos, a pesar del "malentendido" horario -más de 40 minutos de retraso sobre el horario fijado en la entrada-.

Teo es un mago de la instrumentación: piano y guitarras en directo y lo que se ponga por delante: hay que admitirlo, es un gran instrumentista. Además, es un maestro de la composición (y de ceremonias, se acercó al público durante todo el concierto gracias a sus comentarios y bromas) con un cierto halo de egocentrismo, subrayado, además, por un sonido algo deficiente, que ahogaba las letras y coros de María, el otro 50 por ciento de Cómplices.

Grandes éxitos, nuevas canciones y guiños al público: "nuestro tema más famoso" y cuando todo el mundo esperaba Los tejados, Es por tí u Ojos gitanos... tocaron 'a rianxeira' que divertidamente María (por la que, como bien dice su compañero musical y personal, no pasa el tiempo) bailó.

Banda potente, interesante colaboración con Friday, aforo aceptable -¡martes!- y buena música.

Foto: L.H.D.T.

martes, 22 de septiembre de 2009

CRÓNICA - JAMES HUNTER - SALA EL SOL

Otra forma de entender el retrosoul

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JAMES HUNTER – Sala El Sol – 22 de septiembre de 2009



Si por algo se caracteriza el mundo de la música, es por el gran número de paradojas que en él se suceden todos los días. Es difícil entender como James Hunter, el tío que anoche reventó su primer concierto en Madrid -en veinte años de carrera-, dejara de ser un Don Nadie para el gran público hace sólo tres años. La correspondencia entre talento y reconocimiento es, muchas veces, nula.

Hunter, de 46 años y con cinco discos a sus espaldas – The Hard Way, el último, más que notable-, actuó ante 500 personas en la mejor sala de la capital. Muchos por fín pudieron poner cuerpo y rostro al que otrora fuera el eterno músico (y pupilo) de Van Morrison. Otros venían por recomendación: “No sabía muy bien quien era, pero desde mañana no le pierdo la pista”. Con matices, oímos ese comentario hasta cinco veces en el minuito de descanso de la banda antes de los bises.




Uno veía las caras desde la entrada, desde la mesa de sonido, desde la barra interior... y había dos elementos comunes: muchas caras sonrientes (de esas que -todos, sí, los periodistas también- ponemos cuando nos ponemos tontos) y muchas cabezas asintiendo, dando su aprobación y consentimiento a una banda compacta, de sonido (y musicalidad) increíble que reinventan el soul en cada nota, en cada improvisación, sin perder en ningún momento el respeto y la perspectiva de los grandes maestros (desde Howlin´Wolf – a quién debió su primer nombre artístico- hasta Sam Cooke o, por qué no decirlo, Elvis Presley) e influencias que han hecho a Hunter un gran vocalista en el género.

Mientas canta Hand It Over o The Hard Way, el británico sonríe, salta, sonríe, toca la guitarra sin acaparar, sonríe, se desgañita cual Ray Charles y vuelve a sonreír. Pero, por momentos, Hunter también es el perfecto soul man trasnochado en decadencia (piropazo para él de mi parte, en ningún momento va a malas) y es así como consigue que te emociones, bailes o le admires.

Ojo. Que no cobre 90 papeles por entrada, no significa que esté tan lejos de Morrison. Simplemente es una cuestión de tiempo. En cinco años podremos decir que antes de que tocara en el Palacio de Congresos y 60 seguratas te registren hasta el paquete para poder acceder al concierto, nosotros le tuvimos a cinco metros en El Sol.



No todo el mérito es de Hunter (evidentemente). Imprescindible: mencionar a Damian Hand en el saxo tenor; Lee Badau en el barítono; Jason Wilson al contrabajo; Jonathan Lee en la batería y percusiones; y Kyle Koehler en los teclados. Todos tuvieron su momento protagónico. Todos estuvieron a la altura. Todos sumaron a una noche memorable y que esperemos pueda repetirse en un futuro cercano.

KIKE DEL TORO
FOTOS: RAMÓN MATÍAS

lunes, 21 de septiembre de 2009

ENTREVISTA CON BRIAN HUNT

“Con este disco no quería impresionar a nadie, sólo a mí mismo”


Hasta ahora Brian ha estado en la sombra. Miembro de Templation, de Half Foot Outside, coproductor de Russian Red y productor de Anni B Sweet. Tiene talento para dar y tomar. Hablando con él, Hunt no tiene mucha conciencia de todo esto. Al menos, aparentemente. Y quizá de ese “no-querer-ver” ha salido uno de los mejores discos de 2009: "I Lost My Glasses". El pasado 10 de septiembre arrancó en Costello (Madrid) una gira que le tendrá ocupado todo el otoño y, probablemente, toda la temporada de festivales del 2010. Y nosotros, horas antes, hablamos con él sobre las primeras impresiones de sus seguidores, sus preferencias dentro del mundo de la música y, como no, algunos detalles sobre el que iba a ser la puesta de largo de su carrera en solitario.

¿Nervios para hoy?

No he tenido tiempo todavía. Entre correr, venir, traer, llegar… no me han llegado. Seguro que cinco minutos antes de salir se me acumularán los nervios de todo el día.

Tienes muchas facetas dentro del mundo de la música. Eres productor, tienes tus grupos, inicias ahora tu carrera en solitario. Te tienen que gustar mucho las labores en estudio...

Sí, claro. Le estoy cogiendo gustillo a tocar en directo. Antes me lo ponía como reto y en el momento de tocar me podían los nervios. Ahora me gusta más. En el estudio hay momentos en los que te acabas cansando porque es un poco agotador. Si no te gusta, no se si vales para trabajar en uno. No sufro el hecho de estar escuchando una semana entera la misma canción con el objetivo de dejarla bien.

¿Qué tiempo te ha llevado la preparación de "I Lost My Glasses"?

Lo empecé hace dos años. Por aquel entonces curraba y aprovechaba sólo las vacaciones para dedicarme a la música. Cuando volví a coger horas de estudio para grabarlo pasó bastante tiempo. Entre la mezcla, el diseño y la edición han sido dos años. Aunque no han sido 24 horas al día exclusivamente con él.

¿Por qué surge este disco? ¿Por necesidad?

Supongo que sí. Tenía un par de canciones sólo. Me hice con una acústica, escuché otros estilos de música más afines a lo que me estaba saliendo y me apeteció componer. Es algo más personal, más mío. Me gustaba lo de cantar. Lo que más me ha empujado ha sido el reto, Saber si soy capaz de hacer este disco, ver qué tal sale. No quería impresionar a nadie. Sólo a mí mismo.

¿Y qué tal ha salido?

Ah, yo estoy muy contento. Hay cosas que siempre querrías cambiar pero en ese momento me parecieron bien y así las dejé. Hay gente que me está felicitando por mi trabajo.

Te quería preguntar por eso: ¿Qué están diciendo los fans del disco?

Fans, fans... en realidad no tengo. Me he encontrado a una en la puerta y me ha sorprendido. (Risas). A los fans de Half Foot (Outside) siempre los he visto como colegas. Cuando estás metido en el mundo indie, hay mucha gente involucrada con la música y el trato es muy cercano. Digo antes “amigo” que “fan”. Este año que Half Foot Outside ha ido un pelín más allá hay gente que se acerca y te dice “oye, nos gusta el grupo” pero se queda en eso. No hay mucha gente que haya escuchado mi disco por lo que no tengo muchas referencias.



Pero está subido al My Space
Sí. La respuesta está siendo increíble. Me asombra porque hemos tenido dos canciones en el My Space durante un año y, de repente, cuando se te anuncia un poquito mejor y se le ha dado más coba al disco, hemos tenido de repente un montón de visitas diarias. También es fruto del momento. Al salir el disco estoy más al alcance de la gente. De momento, entre My Space y prensa, la cosa va bien.

He leído una entrevista tuya en la que el periodista te comparaba con M Ward

(De primeras, se queda extrañado. El nombre de M Ward tiene varias formas de pronunciarse). Ah, M Ward, sí, sí. He de reconocer que cuando me hicieron esa entrevista no entendí de qué me estaban hablando. Soy muy fan de él pero no entendí lo que me decían, tenía prisa y dije: vale, bien. No quería decir: “no le conozco” ni “no te he entendido”, yo que se... No creo que tenga nada que ver con él: que voy con una acústica. Soy muy fan de él. Le ví en directo hace un mes. Llevaba dos canciones y me pareció increíble. Empecé a pensar en la tercera y dije “esto va a llegar a cansar”. Para nada, se quedó ahí ese pensamiento. Que alguien haga un buen disco o una buena canción está bien. Pero que te consiga entretener durante una hora u hora y media haciendo más o menos lo mismo con la misma formación y no te canse, tiene mucho mérito. De hecho, creo que es el concierto que más me ha gustado este año.

En parte, eres responsable del sonido de Lourdes Hernández y Anni B Sweet.

Bueno... (quitándole importancia) La gente me está vendiendo así y tampoco es eso. Lourdes tuvo otro productor y cuando estuve yo, fue en los inicios. En el de Ana sí que soy el productor al completo. Ella vino con las canciones y las terminaba según su asesoramiento, más que al revés.

Eres un tío muy joven para estar ya produciendo...

No te creas. Conozco a gente que igual no produce de esta manera y con mi edad ya tienen una carrera de grandes discos, con su estudio. Soy otro tipo de productor.

¿En qué sentido?

No tengo estudios musicales, me dejo llevar por el oído. El disco de Ana está grabado en mi casa. De ahí a que haya funcionado bien no es un milagro, pero sorprende. Con lo bien que le va, si a un tío le dices se ha grabado en esta mierda de habitación o en este baño te va a decir “te estás riendo de mí”. Tampoco quiero decir que sea mejor por haberlo grabado sin medios.

El título de tu disco crea controversia de primeras. Te lo habrán dicho.

Sí. De hecho, es la pregunta obligatoria.




Pasamos la pregunta entonces

Te puedo contestar, tampoco es problema

Bueno, perdiste las gafas en una noche de fiesta...

(Risas) Sí. Fue una coña y así se quedó.

De este disco ¿hay alguna canción que tenga un sentido especial para ti?

No sabría, es una pregunta difícil. Cada canción tiene su momento. Led by moses es especial. Fue el momento en el que me lo empecé a tomar todo más en serio. Además, es la canción en la que canta Lourdes. La más vieja es Sometimes I Dance with You. La primera vez que toqué en directo yo solo fue un desastre. Mi hermano me hizo un regalo, me grabó un video y me regaló un DVD que había montado con todo su cariño. Fue darle al Play y … Salía esa canción. En ese momento, el tema no era ni la mitad de lo que es ahora. Esa canción me ha acompañado siempre.

¿Cómo se plantea la gira este otoño? Sólo hay un concierto anunciado...

Todo va tranquilo. El disco ha salido ahora, coincidiendo con el verano. Tenemos conciertos en Bilbao o Galicia. Siempre es mejor que alguien te llame y no seas tú quien esté dando la brasa para tocar. Hay reservas pero como no hay nada cerrado no lo tengo en el My Space.

¿Tenías miedo que se te encasillara en la etiqueta pop folk?

Estoy seguro de que se me va a meter en ese saco. No tengo mucho que ver.

¿Te identificas?

Sí. Porque estos últimos años en Madrid son los músicos con los que más he tratado. Escuchas lo mismo, vas a los mismos conciertos... Musicalmente, no creo que tenga que ver. Y si lo tengo, también hay un toque personal. Tengo muchas facetas: una más macarra, otra más triste, otra más poperilla...

¿Qué formación llevas hoy en directo?

Cada concierto que doy se van sumando músicos. Empecé yo con Andrés, que era percusionista y hoy da el paso a la batería. Jimmy; de Templeton, toca el bajo; Manu, que lleva un par de conciertos con la viola y hoy es el primer concierto de Germán con los teclados.

¿Con esto queda formada la banda?

De momento sí, pero me gusta cambiar.



¿Te da respeto tocar solo?

Sí, pero me voy acostumbrando. Al principio, todos los ojos van a tu mano o a tu boca. Ahora lo asumo mejor. Tengo más seguridad.

¿Hay algún disco que te haya llamado especialmente la atención este año?

El nuevo de Grizzly Bear, que voy a ser incapaz de pronunciar el nombre. Tiene uno muy raro. El de M Ward, por ejemplo. Lo malo de tener Ipod es que no me acuerdo de los nombres de los discos. De España me gusta el de Pal. Es redondo. No les conocía.

FOTOs: http://myspace.com/brianbrianhunt : LUÍS DIAZ, JOSEFINA ANDRÉS

domingo, 20 de septiembre de 2009

CRÓNICA - JAY BRANNAN - ORANGE CAFÉ

Jay Brannan y su problema de ser guapo

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JAY BRANNAN – Orange Café – 19 de septiembre de 2009



Quizá, de primeras, suene extraño, pero, en nuestros días, ser guapo también pasa factura. Al menos en el mundo de la cultura. Esa cualidad que muchas veces abre puertas en tantos ámbitos de nuestra sociedad (no voy a decir nada sobre esta postura, que ahonden otros) también implica que el guapo de turno tenga que demostrar que, además de facciones bonitas, tiene talento. No siempre hay correspondencia entre una cosa y otra, aunque Jay Brannan, en su primera visita a España, demostró un talento notable que, eso sí deberá explotar y profundizar en un futuro para pasar en la mera evolución del tipo que se hizo famoso antes como actor ocasional que como músico.

Jay Brannan formaba parte del trío gay de la película Shortbus, que popularizó su imagen y le colocó como involuntario icono de la comunidad homosexual. No deja de haber un cierto morbo entre su público masculino (anoche, el noventa por ciento de los asistentes) que, como no, el músico aprovecha: bien, en sus frases: “Estoy buscando un novio español para conseguir validar mi pasaporte”, nada más empezar, o en sus orgásmicos (o sentidos, pero más bien orgásmicos) gemidos en su delicada versión de Zombie, de Cranberries, uno de los momentos más íntimos del concierto.



Brannan se mueve bien en el mundo de la música. Misma estrategia que nuestra autóctona Zahara. Mucha complicidad con sus fans utilizando las nuevas tecnologías, contacto directo con ellos y, sobre todo, y lo que importa, canciones sencillas, de aroma folk, de buena calidad y un valiente planteamiento en directo: Brannan y su guitarra (y, a veces, sin guitarra).

Era su primera vez aquí y dijo estar considerablemente nervioso. El resultado fue irregular, aunque satisfactorio para las doscientas personas que dejaron a medio gas el Orange Café de la capital. No paró de bromear en todo momento, de (intentar) hablar en castellano y, lo que tiene más mérito, salvar la papeleta del sonido, que falló cada cinco minutos. El público, condescendiente, pese a que su paciencia estuvo puesta a prueba constantemente, guardó absoluto silencio en algunos momentos, lo que hizo que anoche hubiera grandes momentos.



Le falta solera, pero Jay demostró ser un tipo decente, delicado y con buen gusto. Y sí, aunque no con nota, pasó la prueba de ser “algo más que un simple guapo”.

KIKE DEL TORO
FOTOS: RAMÓN MATÍAS

sábado, 19 de septiembre de 2009

CRÓNICA - ANNI B SWEET - SALA EL SOL

La gran fecha de Anni B Sweet en Madrid

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ANNI B SWEET - Sala El Sol - 17 de septiembre de 2009



Con Ana “Sé Dulce” es muy fácil tirar por el camino obvio, prejuzgarla y meterla en el saco de niña-que-hace-folk-con-su-guitarrita. De acuerdo, los directos de Anni aún no tienen la raza que exige un género tan genuíno como el suyo e, inevitablemente, está en el mismo saco de la patrulla Folk (en comandita: Lourdes Hernández, Lidia Damunt, Alondra Bentley – esta última de inmenso talento - ) Ahora bien, en ella, hay una especial sensibilidad en transmitir sentimientos (cosa que le cuesta horrores, pero consigue) que van mucho más allá de esa absurda tendencia de su generación a hacer canciones con el mismo grado de “cool” que de superficialidad.

Anni y su Start, Restart Undo no ha parado de escalar y progresar. Esas canciones desnudas y delicadas al principio, ligeramente lineales en formato básico han cogido cuerpo gracias a los solventes músicos de Templation que habitualmente tocan con Brian Hunt (o son miembros de los mismos Half Foot Outside).

Cierto que para alguien que sólo le llame la atención su música, la hora y veinte minutos de concierto puso hacerse un pelín larga. Ahora bien, los seguidores más acérrimos (ya los va teniendo, 120 entradas compradas con anticipación) pudieron disfrutar de ella en la sala idónea.

Y Ana, en su gran noche, tan tímida como siempre pero con mirada agradecida y haciéndose cada vez más grande.



Pega. Pegón: bien que en un pabellón de gran aforo se beba, se baile, se haga ruido o se hable. Ahora bien, cuando el recinto, y sobre todo, el repertorio (y el público mismo) incita (e incitan) al silencio es poco permisible el ruidazo general de las últimas filas (la mayoría invitados) que no hacen más que perjudicar a los que sí sacaron su entrada.

Y de teloneros, Arizona Baby, que en octubre editan su nuevo disco y son el nuevo fichaje de Subterfuge. Dan un aspecto totalmente americanos, aunque, si no me confundo, vienen de Valladolid. Más eufóricos que la última vez que les vimos y más asentados. Un terceto cañón acústico cual Fleet Floxes en versión patria que, en todo momento, nos puso una sonrisa en la cara.

KIKE DEL TORO
FOTOS: Mercedes Haussman

miércoles, 16 de septiembre de 2009

ENTREVISTA CON ANNI B SWEET

... A pocas horas de subir al SOL



Seguna vez que hablamos con Ana en apenas tres meses. Había motivos. El jueves tiene su prueba de fuego en Madrid. La sala El Sol. 400 personas podrán ver por primera vez a la malagueña con banda completa en la capital desengranando en su totalidad Start, Restart, Undo, uno de los indiscutibles discos del año por derecho propio (sin que, apriori, ella se lo propusiera). En estos tres meses nosotros no la hemos dejado de tener presente en nuestro reproductor, incluso la hemos visto en directo. Ella ha tocado en el FIB, ha compuesto su primera canción en castellano y está ya preparada para dar su primer salto internacional. Estos días ha salido el videoclip de La La La, su segundo disco y a horas de “la gran cita” hemos querido hablar con ella para ver cómo está preparando (y esperando) el concierto. Esto nos contó:

"Va a ser algo bastante especial. Es la primera vez que toco con banda completa en Madrid y vamos a hacer todas las canciones del disco. Va a haber cosillas diferentes, canciones nuevas y algunas versiones. Estoy un poco nerviosa" (Risas)

¿Qué vamos a ver como diferencia con el bolo de hace unas semanas en Búho Real?

Principalmente la banda al completo. Es una diferencia bastante gorda. Las canciones van a sonar de una manera distinta. De alguna manera en el Búho Real mostré mis composiciones tal y como empezaron. Ahora han evolucionado. Vamos a tocar el disco entero, en Búho Real hicimos una cosa más breve y haremos una vesión que saldrá en la próxima tirada del disco.

Llevas tocando ya un tiempo con la banda. ¿En qué punto puedes decir que está el sonido pretendido tras unos pocos conciertos?

Es que hemos tenido muchos cambios en la formación (Risas). Con tanto lío no hemos tenido muchísimo tiempo de ensayar, más que tocar de forma natural sintiendo cada uno lo que estamos haciendo encima del escenario. Pero eso también es bonito. Según vamos tocando más cada uno tira más al camino por el que le gustaría llevar la canción y creo que suena bastante bien. De todas formas, este es el principio, nos hacen falta muchos conciertos más (Risas).

Me dijiste que tu primer tema en castellano lo ibas a llevar al country. Ya la pudimos escuchar en directo ¿cómo está siendo la respuesta?

¿Vísteme?

Si

Está ya ensayada con la banda y nos inspiramos en Dyango Reindhart, el guitarrista que se volvía loco ahí tocando. La canción misma nos pidió que fuese así. A ver qué tal la respuesta de la gente porque, de momento, estamos probando.



¿Cual ha sido el comentario general de los que ya la han podido escuchar?

A la gente le gusta cuando la tocamos, lo que pasa es que con banda la hemos tocado muy poquito. También es la primera canción en castellano y la gente está más atenta. Será un alivio para los que no entiendan el inglés que de repente empiece a cantar en castellano (Risas)

Te vuelvo a hacer la misma pregunta que te hice hace unos meses. ¿Cómo va la vergüenza?

Igual eh (Risas) Soy así y cuando me subo al escenario impone muchísimo ver a la gente ahí y no te salen las palabras.

Con banda también estarás más apoyada.

Eso es verdad. No estoy sola. Vosotros en el público sois muchos pero aquí somos unos cuantos también. A la hora de hablar, "pff...", por dentro soy una persona que quiero hablar de tal y cual o decirles algo al público. Me apetece mucho y me hace mucha ilusión que venga la gente a verme pero no soy capaz de comunicarlo bien. No estoy acostumbrada.

Uno de los conciertos más importantes para tí ha sido el FIB HEINEKEN. ¿Qué tal tu primera experiencia?

Me encantó. Es una pasada ver a tanta gente junta. Todo el mundo pegado pasándolo bien y disfrutando. No me esperaba que en mi concierto hubiese tanta gente. Se llenó la carpa y fue muy bonito porque la gente se sabía las canciones y las cantaron con nosotros. Da un subidón increíble. No me lo podía ni creer. Estaba ahí subida y decía “Dios...”.


¿Supiste de algún extranjero que se te acercara después del concierto y te dijese que le habías llamado la atención?

Sí, si. Hubo bastantes. Me sorprendí un montón. Me quedé allí los cuatro días del Festival y cuando salimos nosotros de la zona en la que estábamos vinieron chicas de Inglaterra y Suecia a decirme por qué no tocaba por allí. Parece ser que en esa zona hay varias chicas haciendo mi estilo. Me dijeron que iba a pegar el pelotazo allí si se me escuchaba porque se llevaba mucho esa música y me hizo mucha ilusión.

Las fronteras de momento están claras. Sólo has tocado en la península pero en noviembre tienes tu primera aventura en...

Argentina... (no me deja acabar... lo dice casi sin creerselo) Vamos a tocar en el BAFTIM, un festival muy importante allí que va a tener varios representantes españoles. Van a ir Pereza y Nena Daconte. A mí me han escogido como artista invitada. Estoy flipando.

¿Sabes donde tocas exactamente, cuántos conciertos vas a dar?

Es en Buenos Aires, pero no se exactamente el sitio. No se los conciertos. Sólo se seguro que vamos a ir pero no me he informado. Estás casi más informado tú que yo (Risas)

Supongo que es una buena oportunidad para hacer promo

Claro. Y conocer a la gente de allí. A ver cómo reaccionan ellos.

De cara al resto de Europa ¿ves posibilidad de mercado?

No hay nada cerrado aunque si que hay algunas ofertas.



¿Cómo ves la temporada 2009 / 2010? ¿Orientada a directos o a la grabación de un segundo disco?

Empieza ya la gira y va a ser un no parar. Me están saliendo muchas canciones. Llego a casa y en vez de dormir me pongo a tocar. Creo que van a estar presentes las dos cosas. Nunca se para de componer.

¿Tienes alguna fecha importante aparte de la que nos ocupa este jueves?
Sí. No tengo delante el calendario pero tocamos en el BAM en Barcelona. En Madrid tocamos en la Pasarela Cibeles. No me se las fechas pero tenemos un buen puñado.

KIKE DEL TORO

martes, 15 de septiembre de 2009

CRÍTICA - MUSE - THE RESISTANCE

Tan complejos como la vida misma

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Hay discos que, desde el principio, tienen una clara vocación: unos; a la autodestrucción inmediata por su enfermizo contenido, otros; a la necesaria condena del olvido de los productos efímeros por necesidad, algunos; a ser altivamente elevados por los críticos y desgraciadamente ignorados por el público. Y, por último, unos pocos que consiguen alinear a los planetas y conseguir que talento y repercusión tengan una relación de primo hermano. The resistance, nueva obra (llamarlo disco es casi una ofensa) de Muse, sube todos los escalones del tirón y se eleva él solito y sin ayuda al olimpo de las escasas joyas del arte del siglo XXI.

Muse han conseguido, con poco más de 30 años, llenar estadios. Pero hay una diferencia colosal entre los motivos por los que 50.000 personas van a ver a Muse, a U2 o a Madonna. Ellos no son telepredicadores ni líderes de ninguna generación. Su grandeza reside únicamente en el mastodóntico talento que les ha hecho firmar dos obras maestras (esta y Black Holes and Revelations) , dos discos sobresalientes (Absolution y Origin of Simmetry) y uno generacional (Showbiz). Y ninguno es continuación del anterior.




The Resistance tiene los mismos altos y bajos que la vida de cualquier mortal: denso, complejo, excesivo, marciano, cargado de imágenes, profundamente cinematográfico. El disco empieza directo, energico, potente, como quien ofrece lo mejor de sí mismo en Uprising. Ritmo endiablado de batería, palmas y un épico sintetizador perfecto para levantar estadios. Un temón oscuro, contundente, de lo más accesible del disco que se empalma con el sinuoso ambiente inicial de The Resistance, colosal segundo tema. El Starlight de este disco. Los redobles se empiezan a oír a lo lejos y cada vez se acercan más. Con un puente puro Queen “It could be wrong” y un estribillo colorista y grandilocuente para terminar el tema con los redobles del principio, alejándose poco a poco.

La tercera es Undisclosed desires, que, siguiendo con el símil del desarrollo de la vida de un ser humano, simboliza (en forma de canción) esa decisión no acertada que todos tomamos en un momento dado de nuestras vidas, con un punto rebelde, anti sistema, innecesaria desde la perspectiva del tiempo pero obvia en el in situ, que te conduce a tu primera hostia con la realidad. Quizá esta sea la hostia del disco. Como la vida, The resistance tiene altibajos, momentos gloriosos y un desenlace en este caso, hiperprecioso.



United States Of Eurasia es esa bestia parda que es antónimo de cualquier atisbo de academicismo. Ese momento en el que te haces adulto y haces grandes cosas, pero todavía tienes modelos que imitas que te hacen demasiada sombra. En este caso, el modelo a imitar es Freddy Mercury, obviamente, pero el resultado final es notablemente lustroso. ¿Se puede conseguir que un piano con cadencia árabe suene psicodélico?. Muse pueden. No es Bohemiam Rapsody, quizá eso es tirar demasiado por lo alto, pero tiene una belleza incuestionable. ¿Meter una pequeña pieza de Chopin? Alguno pondrá el grito en el cielo, y no necesariamente un purista. Pero ¿Quién tiene cojones de hacerlo en la actualidad?

Con Guiding Light y Mk Ultra (nombre del experimento ilegal que Allen Dulles, director de la CIA, autorizó para llevar a cabo en secreto durante la Guerra Fría y que consistía en crear una droga que incitaba al sujeto a decir la verdad) son más accesibles. Menos originales. Mk es un cañón electrónico lleno de sintetizadores. Bellamy, Howard y Wolstenholme llegan a la madurez por la puerta grande. Asentados. Y aún quedan dos joyas antes de su gloriosa decadencia. La primera, Unnatural Selection, que es el tema en el que las guitarras (pelín olvidadas en conjunto) toman protagonismo. Redondo. La segunda, I Belong To You, que representa ese momento en el que se deshacen de ataduras y complejos y firman el preludio de lo que va a ser su más acertado registro. ¿el francés de Bellamy? (el acento, entiéndase bien, por favor) Arena de otro costal.




Y la madre del cordero. El eje central de este disco y, probablemente el motivo por el que existe The Resistance. Exogenesis: (Part I, II y III)

Overture es siniestra, misteriosa. El sosegado timbre de Mathew en clave operística es impresionante. Pura psicodelia. Uno se remonta a los años 60 y ve a Álex, protagonista de La naranja mecánica repartiendo hostias como panes a cámara lenta. Y uno no prodiga con la violencia, que cualquier ente superior me salve, pero la imagen puramente cinematográfica en la cabeza fascina. Uno también puede imaginarse a Bellamy cual demiurgo en una de las siete maravillas del mundo cantando esta belleza.

El piano, aquí desasosegante, de Exogenesis II (Cross Pollination) nos lleva a 2001: Odisea en el espacio en su inicio para desembocar en un decadente ritmo de vals con la trasnochada, lúcida, quebrada y profundamente inspirada voz de Mathew que se hace cada vez más grande sin perder la apocalíptica, axfisiante, incómoda sensación que está elevando la canción al cielo. Y vuelve la calma. Pero la sensación es igual de incómoda. La de un mal sueño.

Exogenesis III (Redemption) sería la música perfecta para que sonara en tu funeral. Esperanzadora pero triste, musical reflejo del universo que nos rodea. Perfecta para repasar tu existencia en diapositivas. Y para entender que, la vida, igual que este disco, es absolutamente compleja e inspiradora.



Para quien esto escribe Muse han escrito el mejor disco del siglo XXI. Para muchos, es de entender, no lo será. De hecho, las críticas de los detractores están siendo terribles. Ahora bien. Es el único grupo del siglo XX y XXI capaz de hacer sombra a Queen. Y además, desde su condición de mainstream planetarios, han firmado una de las idas de olla más sobresalientes de la historia de la múscia. Y eso, hoy en día, no lo hace nadie.

¿Mi consejo? Obvia todo lo que has leído en esta crítica. Hazte con él (de la forma que quieras) y escúchalo. Cualquier opinión de un crítico sobra ante tal experiencia sonora.


KIKE DEL TORO
FOTOS: http://www.myspace.com/muse

lunes, 14 de septiembre de 2009

ENTREVISTA A DORIAN

“Nunca he ido a un psicólogo porque he tenido una guitarra a mi lado”



Los mejores discos salen de periodos de crisis. Es una ley universal. Cuando Dorian terminó la gira de "El Futuro no es de nadie", su segundo disco, se encontraron con la paradoja de vivir el momento más dulce de su carrera y, a la vez, el más oscuro. El cansancio, la saturación y la sombra de la repetición hicieron peligrar la estabilidad del grupo. Nueve meses después de esa crisis, Dorian no sólo han salido del hoyo sino que hoy, 14 de septiembre, vienen crecidos con diez cañones en forma de disco (el tercero, "La ciudad Subterránea") que van a arrasar ¿apostamos? y que empezarán a rodar por toda la geografía a partir del mes de octubre. La semana pasada, antes de que empiece la vorágine de la promoción y de los conciertos, pudimos hablar con Marc, su vocalista, de muchas cosas. Por supuesto; de las canciones que componen este disco, pero también de cómo fue el proceso de grabación, de qué esconden las letras más controvertidas del universo underground, de cómo consiguieron superar su crsis personal e, incluso, de su primera experiencia con el ácido. Sigue leyendo. Hay de todo.

La ciudad subterránea es un disco que sale el lunes pero que lleva unos días en My Space. ¿Cómo han sido las primeras reacciones de los fans, de los amigos?

En lo que coincide todo el mundo es en que tiene muchos singles. Muchas canciones con potencial para convertise en hits. Es la sensación que teníamos nosotros mientras lo estábamos haciendo. La ciudad subterránea te agarra por los cataplines desde la primera canción y obliga al oyente a estar al loro hasta el final porque hay buenos temas hasta al final. Estamos muy orgullosos de que una intuición que nosotros teníamos de nuestras canciones se esté confirmando en la calle, que es para lo que sacamos discos los músicos.

Precisamente por esa cualidad de “puñado de singles”, por ser tan directo ¿cuántas canciones han quedado fuera?

Tampoco creas que se han quedado muchas fuera. Unas cinco o seis. No eran malas. De hecho, un par al menos las repescaremos seguro en el futuro. Lo que pasa es que para darle coherencia al disco escogimos esas. Hubo un proceso de filtración importante, pero es algo que hacemos desde el principio. No llegamos a grabar ni siquiera en demo los temas que no nos convencen a los cuatro. Los temas que pasan a ser demo y posteriormente estudio han pasado una criba muy dura.

De estas diez canciones ¿tendrías ya una que te toque más que las demás?

Ves. Con esta discusión llevamos unos cuantos meses. Con la discográfica nos hemos peleado (amistosamente, se entiende, porque nos llevamos muy bien) para saber qué single vamos a sacar. Teníamos seis candidatos. Al final hemos dicho “Da igual”. Vamos a sacar los seis y punto. Los tres primeros videos ya están en camino. Por mi criterio, que, evidentemente, es más personal, te diría que los temas más especiales para mí son La Tormenta de Arena, Simulacro de emergencia, que trata de dos amigos que han crecido juntos y que en un momento de su vida optan por hacer caminos distintos, Paraísos artificiales y Veleros.

Casi me has dicho la mitad del disco

Y te diría otras. Belly también te diría La mañana herida quizás, pero me inclino por estas.

Pienso que La Tormenta de Arena contiene el mejor estribillo de vuestra carrera. Aparte, sois portada de Mondo Sonoro y estáis teniendo una cobertura por parte de los medios bastante potente.

La Tormenta de arena es una de las canciones más especiales que hemos hecho jamás. Salió del tirón, muy intuitivamente. La propia canción nos iba diciendo por donde quería ir y lo que quería ser. Ese contraste entre la oscuridad y lo melancólico de las estrofas y el brillo y la luminosidad de los estribillos es la cualidad que hace que esta canción sea muy especial. Habla de cuando las drogas dejan de ser divertidas y es una de nuestras favoritas. Este verano hemos estado cerrando nuestros conciertos con ella. Todavía falta por darse a conocer más, aunque ya haya estado circulando por Internet y la respuesta del público es extraordinaria. A medida que pasen los meses espero que se coloque como una de las favoritas de nuestro público.



Este disco tiene un tono bastante down. Muy melancólico. ¿Por qué se ha dado esto?
(Se queda pensando) Es más oscuro porque nace de un proceso de crisis. Tanto del grupo; que acabó muy cansado y agotado de la gira del anterior disco, como a nivel personal. A finales de 2008 hubo unos meses un poco oscuros. Las canciones surgen de esa oscuridad. Este disco ha sido una catársis para nosotros. Nos ha ayudado a conocernos mejor a nosotros mismos, a madurar y a hacernos más fuertes. Lo hemos conseguido a través de la música. Igual que sucede con El Retrato de Dorian Gray, hemos sobrevivido a nosotros mismos. La música que queda plasmada como si fuera El retrato de Dorian Gray, es la paleta de toda esa oscuridad. Pienso que La ciudad Subterránea está gustando porque transmite mucha honestidad y vivencias muy auténticas. No tiene trampas. Está hecho con las tripas y el público lo está captando.

Has dicho en una entrevista que no puedes hacer canciones si no tienes necesidad de hacerlas. ¿Este colapso que me decías por qué se dió?

Demasiados conciertos. Estar en la carretera permanentemente es agotador. Llega un momento en que no tienes casa y lo que deseas es una vida normal. Nosotros, que somos una piña indestructible, empezamos a sentirnos muy saturados al final de la gira. El grupo no podía seguir por ese camino. Había que hacer borrón y cuenta nueva, volver al local de ensayo después de unas vacaciones y ensayar con la misma ilusión de cuando teníamos quince años. Es lo que buscábamos cuando empezamos a componer La ciudad Subterránea. Volver a ese estado en el que la la palabra presión no existe. Hacer música por el simple placer de que te haga feliz a tí y a tus compañeros, crear una burbuja entre nosotros y el mundo para poder sobrevivir y poder hacer este disco de la manera más pura y noble posible.

Decís que salisteis saturados de tantos conciertos pero el otoño lo tenéis considerablemente lleno de fechas. No parece lo más inteligente para vosotros.

Sí. Lo que pasa es que lo estamos planteando de otra manera. Vamos a hacer muchos conciertos en otoño. Seguidos. Es bastante posible que en diciembre vayamos a México y en otoño vamos a estar por España a saco pero nos vamos a dar un descanso en 2010 hasta primavera y verano. Nunca más vamos a estar siempre dale que te pego. Lo que hemos aprendido de la gira del anterior disco es que el secreto para que una banda sobrevivia con el paso de los años y disfrute haciendo música y conciertos es respetar unos ciertos momentos de descanso entre las partes de la gira que te permita coger fuerzas. No es una cosa exclusiva de los músicos, también les pasa a los tenistas. Nadie puede estar siempre trabajando por muy vocacional que sea su profesional.

Hay muchas frases pero me voy a quedar sólo con un ejemplo: “De regreso a Barcelona duraste un año y medio haciendo muy poco y portándote mal”. El disco está lleno de segundas personas. ¿Es sólo una forma de componer o hay una dedicatoria detrás?

Llevas razón pero también hay temas en los que se utiliza la segunda persona y en verdad el que canta lo hace en primera. La mañana herida es una canción basada en personajes reales. Estudios de mercado es totalmente autobiográfica y cuenta la experiencia que pasé en México con un artista muy conocido por allí que me abrió las puertas del DF como si fuera el anfitrión de una gran casa. Unas canciones hablan de personas que tenemos a nuestro alrededor y en otras construimos un personaje de ficción a través de la primera y segunda persona. Todas las experiencias que aparecen en este disco son historias reales. Domingo perfecto, la última canción del disco, habla de mi primera experiencia con ácido, extraordinaria. Como la primera vez que sientes que la realidad se está poniendo patas arriba te das cuenta de que toda la escala de valores que te han enseñado desde pequeño en la escuela es sólo una manera de ver el mundo. Hay muchas otras. Más allá de las risas y la tontería, esa es la lección que sacas del ácido. Nuestras letras son discursivas. Hay una tendencia narrativa, como las letras de los Smiths o de Dylan, por poner dos ejemplos.

En La Tormenta de Arena decís “Todo lo que siento por tí sólo podría decirlo así”. ¿Una canción es la mejor forma de expresaros?

En las canciones dices cosas que no te atreves en tu día a día. ¿Sabes qué pasa? Me he dado cuenta con este disco que mientras estás haciendo una canción a quien estás hablando es a tí mismo. Salen cosas de tu psicología interna a través de la música en forma de palabras y notas que llevan mensajes que te estás enviando a tí mismo. Siempre he dicho que nunca he ido a un psicólogo porque he tenido una guitarra al lado. Sin ella, me hubiese hecho falta bastantes veces como a tanta gente. Este lado terapéutico es fundamental.



Habéis conseguido una cosa que en España no se estila demasiado: aunar un sonido electrónico con unas letras con muchas lecturas. Me ha llamado la atención que hayáis despuntado antes en México que en algunos lugares de Europa con más tradición electrónica

Es por el idioma. Estamos preparando el disco en francés para sacarlo allí. El castellano es un idioma que hablan cuatrocientos millones y pico en el mundo pero en Europa no es el idioma dominante. Hay artistas franceses, alemanes e italianos que son buenísimos pero no vienen a tocar aquí porque nadie les da el impulso necesario. Me parece ridículo porque siempre he escuchado música en muchos idiomas y de diferentes países. Desde África a Japón, importándome lo que me transmitiera, no el idioma. En Europa es difícil que se te abran las puertas si no cantas en inglés o en el idioma de cada país. Los artistas ingleses campan a sus anchas por todas partes y nadie entiende nada de lo que dicen. Tenemos la suerte de hablar un idioma que habla media humanidad y buena parte de esa humanidad está al otro lado del charco. Estamos orgullosos de cantar en castellano y que tenga repercusión fuera. Hay que defender lo local porque solo desde lo local se puede llegar a lo universal. Nos hace mucha ilusión todo lo que tenga que ver con nuestra aventura mexicana. Este año vamos a ir un par de veces.

Dorian no fue concebido como un grupo de pop electrónico. Al menos en sus inicios.

¿Crees que no? Yo creo que sí. La electrónica, no siempre en la primera línea, siempre ha estado presente en Dorian. Una de las premisas del grupo siempre fue hacer pop electrónico como reacción al indie de los 90 que estaba llegando a su fin. Había que reformular la música pop y ahí entraba la electrónica como recurso para hacerlo. En este disco se nota la necesidad de empastar el sonido de las guitarras, bajos, voces con los sintetizadores y las bases electrónicas. Queríamos conseguir un muro de sonido en el que todos los elementos fueran como una roca, una pantalla en la que fuera difícil distinguir unos elementos de los otros y sin embargo no se pelearan entre sí.

Ha sido un camino complejo ¿Cómo ha sido el proceso de producción?

Hemos producido el disco en dos estudios. El primero tiene instrumental y mesas analógicas (Siete notas, Siete Colores). Allí grabamos bajos, guitarras, voces y cogimos todos los sintetizadores de Belly y los pasamos por las válbulas de la mesa de mezclas para que cogieran el calor y la rugosidad de las mismas y conseguir un sonido de sintetizadores cálido y crujiente. Cada uno de esos elementos los producíamos en estudio y nos los llevábamos al estudio de nuestro otro productor: Álex de The Requesters. Con él, hicimos las bases electrónicas, las empastamos con lo que traíamos del otro estudio e hicimos las mezclas y la producción final.

¿Cómo surge la colaboración con Álex “Sidechains”?

En Barcelona nos conocemos todos en el ambiente del Razzmatazz o el Apolo. Somos amigos de grupos como Delorean, Mendetz o todo el staff del Razzmatazz. A través de Mendetz llegamos al My Space de Álex, que está linkeado con el de The Requesters y nos encantó lo que escuchamos. Por primera vez en mucho tiempo vimos a un productor español de electrónica de baile que daba la talla a nivel internacional. Estábamos buscando productor y él nos conocía de... (se queda pensando)

Por motivos evidentes

(Risas) Sí, por A cualquier otra parte. Estuvo encantado de colaborar. Es un productor sin mucha experiencia en grupos de pop pero nos dimos cuenta de que conectábamos mucho con él a todos los niveles. Se puede tirar doce horas seguidas currando y en ningún momento dar síntomas de cansancio. El trabajo ha sido muy agradable. Han sido seis meses trabajando codo con codo. El suficiente para acabar estrangulándolos (Risas).

Para PIAS váis a ser la mina de oro este otoño. ¿Existe algún tipo de presión en ese sentido?

La presión que teníamos encima nos la sacamos de encima hace más de un año. Decidimos que esa palabra no existía. Con el disco acabado y rodando todavía sentimos menos presión. Sabemos que tenemos entre manos un buen álbum que tiene mucho que decir.



Adelántame algunos detalles sobre la gira que empieza ahora.

En septiembre Belly y yo vamos a hacer unos acústicos por los Fnac de toda España. Cogeremos las canciones de Dorian a dos voces y con guitarras. Firmaremos discos y nos encontraremos con la gente. Estará muy bien. A mediados de octubre giraremos con toda la banda. Vamos a hacer conciertos bastante largos en los que habrá momentos de fiesta y locura, pequeños set acústicos y algún pasaje psicodélico. Con esta gira queremos expresar que somos un grupo con muchas caras. Y queremos plantear al público un viaje de dos horas a través de la música del grupo y todas las sonoridades que nos emocionan.

¿Cuánto le debéis a A cualquier otra parte?

Le debemos que fuera una de las canciones que permitiera que tanta gente se acercara y entendiera la música del grupo. Es especial porque salió con la espontaneidad de las cosas especiales. Siento que el grupo está demostrando que somos más que A cualquier otra parte. Tenemos una relación amor – odio con esta canción. No nos hemos cansado de ella porque es una canción redonda. Queremos que A cualquier otra parte pase a ser un elemento secundario del grupo, porque tenemos canciones de sobra para ello.