viernes, 24 de abril de 2009

crónica

500 personas asistieron a la segunda presentación oficial de “Fracciones de un segundo”

Second + Neorama


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Sala Caracol – 23 de abril de 2009




Pasamos la Noche de los libros al ritmo rockista de murcianos y sevillanos. En la liga no terminan de ascender pero de talento musical van sobrados. Second presentaron su notable Fracciones de un segundo acompañados de Neorama.

Si anoche dejaron algo claro Second es que el motivo del éxito de su cada vez más incipiente carrera va mucho más allá de tocar en recintos tipo Las Ventas o el Palau Sant Jordi como teloneros de Miguel Bosé o de sonar en radiofórmulas de alcance nacional.

Lo suyo es una carrera de hormiguita que poco a poco van cimentando y, merecidamente, cuajando entre sus seguidores. Anoche tocaron en Caracol ante cerca de 500 personas con un montaje de lo más elaborado para este tipo de recintos.

Neorama vinieron de Sevilla y convencieron a los asistentes con los temas de su solvente segundo disco abriendo el show de los murcianos pasadas las nueve y media de la noche. El grupo volvió a demostrar que sus directos son, considerablemente, mejores que sus labores en estudio, con un sonido mucho más potente y envolvente que la rodada y eficaz banda de pop independiente que sólo promete pero no resuelve el disco.

Media hora más tarde de lo previsto salieron al escenario el quinteto murciano con un escenario con sus armas habituales: presencia elegante, sonido limpio y grandilocuente y, sobre todo, predisposición del respetable.


Rincón exquisito, una bellísima pieza de pop contemporáneo con aires psicodélicos abrió fuego y de ahí, todo seguido y sin bajadas: Palabras, Invisible, Nada te dirige o Rodamos fueron coreadas por un público bastante entregado que hacen de cada concierto suyo una fiesta en la que predomina la energía y sobre todo, la actitud y el talento de unos músicos rodados que se han visto en todo tipo de situaciones.


Lo mejor que se puede decir de ellos es que destilan personalidad en cada acorde que ejecutan y tienen una marca de identidad reconocible en su sonido y en su directo a kilómetros. Y esto, en una industria musical donde imperan las etiquetas clasificatorias de supermercado es decir mucho.


KIKE DEL TORO

FOTOS: http://www.citylightssounds.blogspot.com/

martes, 21 de abril de 2009

crítica

MENTIRAS Y GORDAS (Albacete y Menkes)

*** ½ / *****


Ante la nueva película del polémico dúo está claro que lo fácil es despotricar acerca del aprovechado tirón mediático de sus protagonistas, de sus escenas subidas de tono y de una trama endeble. En este país hay demasiado carca, y, sobre todo, muchos hipócritas.

Dicen que no hay mayor ciego que quien no quiere ver. Y en el fondo todos los panfletos moralistas que se han publicado sobre la película son más propios de devotos del señor Razzinger, que de una sociedad supuestamente avanzada y consciente de lo que ocurre.

Dejando atrás pretenciosas moderneces como Atómica o Más que amor, frenesí, estudiados modelos cinematográficos de cómo escandalizar, esta película se erige como la más madura de sus creadores y sobre todo, la que destila más personalidad, algo que le falta a muchos directores en este país.

Quién esto firma no considera que el film sea ninguna maravilla, ni ese relato coral y presuntamente generacional que se nos ha tratado de enchufar en vena. Lo que sÍ es cierto es que retrata con inusual valentía la vida de un grupo de jóvenes perdidos y desubicados.

Que hay desnudos y escenas subidas de tono (algunas totalmente gratuitas) es un hecho (aunque el sexo en el cine no es malo, señores). Que es un aliciente para aumentar el morbo, una evidencia, pero no por ello hay que dejar pasar por alto espléndidas y prometedoras interpretaciones de alguno de los actores.



El tándem Mario CasasYon González es el que se lleva la palma. El primero (Casas) inicia una carrera con posibilidades, muy alejado de sus papeles televisivos habituales; el segundo (González) no hace más que confirmar lo que los cortos Identidad y Muñecos de Látex ya anunciaron en su momento: que despuntará en la primera plana de actores jóvenes nacionales en un futuro probablemente cercano.

Ana de Armas, con una mirada de belleza indescriptible y Polvorosa, con un talento natural que la llevará a lo más alto si elige bien sus papeles destacan entre el reparto femenino.

Queda demostrado que Alejo Sauras, aunque encasillado, es un buen cómico, igual que Miriam Giovanelli. Pero también que ni Hugo Silva, que no termina de encontrar su hueco en el cine (tras ese patinazo de El hombre de arena) ni Maxi Iglesias, aportan nada a la cinta.


Se ha dicho que con esta película no se ha hecho un trabajo de campo lo suficientemente exhaustivo, que la historia está distorsionada, pero las cifras y las estadísticas están ahí. España es el primer país en consumo de cocaína, estamos a la cola de muchos países europeos en lo que a educación se refiere y, aún más grave, cada vez se producen mayor número de embarazos no deseados entre adolescentes menores de edad.

Quizá por llevar al extremo el dolor, el dúo cae a veces en la caricaturización y estandarización excesiva de los distintos personajes y temáticas de la película, pero eso no significa que estos problemas no estén ahí y puedan verse. En definitiva, y quizás es lo que todos deberíamos comprender, Mentiras y gordas es un ejercicio puramente funcional que incita al debate. Y sólo por eso, merece la pena acercarse a ella

LO MEJOR: el tándem Mario Casas – Yon González

LO PEOR: llevar al extremo de la caricaturización algunas situaciones de los personajes.


KIKE DEL TORO


FOTOS: http://pitercatorce.blogspot.com ; www.fotogramas.es

lunes, 20 de abril de 2009

crítica

A, el último capricho de Nacho Cano

*** 1/2 / *****


Si de algo puede jactarse Nacho Cano es de tener un olfato incuestionable para el negocio, la polémica, la notoriedad y sí, también para atinar en el pico más alto de la vanguardia imperante en la cultura popular de cada momento.

Algunos llaman “arte” a todo lo que sale por sus dedos, otros lo tachan de “vendido”, una masa importante lo llama “oportunista” pero si algo ha quedado claro de este perro viejo con el paso de los años es que, por encima de todo, es muy inteligente.
Su nuevo musical, `A´, era noticia mucho antes de estrenarse, y no precisamente por sus habilidades y méritos artísticos. Su estreno en los Teatros del Canal de Isabel II, respaldado por Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz – Gallardón (sí, también se ponen de acuerdo en cosas) fue un escándalo desde el minuto cero.


¿Motivos? La inauguración, en la que también participó el músico Antonio Vega costó cerca de 400. 000 euros y las reacciones no se hicieron esperar. Los más correctos ni se presentaron. Los más radicales (600 manifestantes) se plantaron en la puerta del teatro al grito de “el canal no se vende”.
“El espectáculo bien lo vale” se defendía Aguirre esa misma noche y “con ese dinero tenemos que pagar a un equipo muy numeroso” se justificaba el ex – Mecano. Razón no le falta. Si por algo se caracteriza el musical es por una espectacularidad escénica que entre otras muchas cosas, hay que pagar. El debate no está en lo que cuesta el espectáculo o deje de costar, sino en el hecho de haberlo contratado en una época de supuesta (y anunciada a bombo y platillo) “austeridad”.

Por fortuna (para Cano), la polémica se disipó y pronto se empezó a hablar de lo verdaderamente importante en una obra de teatro: su contenido. "Fue un coñazo. Una y no más", afirmó categóricamente hace unas semanas sobre la polémica.


Su propuesta es, con diferencia, una de las más arriesgadas de su carrera. Sin ampararse en el kilométrico listado de títulos que le proporcionaba Mecano para su anterior musical, aquí su reto era demostrar, después de haberse convertido en un mainstream del mundo teatral, que podía sobrevivir sin maquillajes, laikas, y barcos a Venus ante una audiencia masiva.

La respuesta se materializa a diario en el Teatro Calderón (actualmente rebautizado como Teatro Haggen – Dazzs, - sin comentarios -) Un elenco de catorce actores y quince bailarines (la mayoría también formaban parte de `Hoy no me puedo levantar ´) dan forma a una propuesta difícilmente explicable aunque fácilmente comprensible que salió de la crisis personal que atravesó el músico meses atrás.

El punto de partida es sencillo. Un niño albino viene al mundo en el seno de una familia de gitanos en Cádiz. Crece en un ambiente pobre, sin hablar ni tocar a nadie. Su corazón late a ritmo de vals. De repente, un día, ante una pecera el niño empieza a cantar y sorprende a todos con su voz angelical y encandiladora. El ascenso y la decadencia de un ser especial, desubicado en el mundo que desencadenará en una profunda y abstracta reflexión sobre el agua y la vida.

Cano, que ha contado con José Manuel Lorenzo en la producción, tira de la tecnología e incorpora pantallas, proyecciones, diferentes escenarios y hasta un espectáculo de acrobacias acuáticas que enriquecen una obra compleja que no deja de lado el humor en ningún momento ni algún chascarrillo que otro incorporado sobre la marcha.


Claramente destacable es el trabajo de todos los bailarines, con una espectacular forma física y con una técnica profesional difícilmente visible en este tipo de espectáculos que miran más el conjunto que el detalle.

La gran pega del musical es que, en todo momento, es más espectacular que efectivo. Algunos números sobran, como esa oda gótica y oscura a la decadencia que uno no sabe muy bien a que viene y que cierra el primer acto, pero otros logran conmover (esa conversación padre-hijo – en el reino del agua - al final de la obra).

Probablemente no dure en cartel tanto tiempo como Hoy no me puedo levantar (42 meses en plena Gran Vía madrileña), pues a cuatro meses del estreno, los aforos andan en torno al ochenta por ciento de ocupación, pero lo que es innegable, es que, incluso siendo un capricho más de este particular Rey Midas del pop español, esta vez ha dado en la diana de forma bastante notable.

KIKE DEL TORO

miércoles, 15 de abril de 2009

ENTREVISTA A DUKE

"No cuento películas ni me invento una leyenda sobre mí. Creo que así es como logras una mayor empatía con la gente"






Con Inocente dice haber cerrado un círculo que pronto volverá a abrirse con algunas novedades y objetivos nuevos. Nos fuimos hasta el Medievo Café, su bar, para hablar con él de su música, sus aspiraciones, sus influencias y sus dificultades para defender una propuesta controvertida, pero sincera.

¿Por qué el nombre de Duke?

El nombre lo cogimos hace unos cuantos años ya. Era el apodo que tenía desde pequeño y aparte es un nombre bastante comercial. Refleja un poco la elegancia y lo pusimos con “k” para que tuviera también ese punto punkie y urbano.

¿Por qué Inocente?

La verdad que esta canción me costó mucho meterla en el disco. La compañía no quería incluirla y tuve que pelear mucho para que estuviera, quizá por eso.

¿Con qué canción te quedas de Inocente?

Es complicado. Lo que queríamos hacer mi equipo y yo fue lanzar Bendita sin Fe como primer single. Me parecía una canción bastante moderna y que iba a encajar bien con la situación que ahora mismo demanda el público femenino adolescente, al que me dirijo. Después queríamos sacar Locura, que es un poco más de lo mismo, pero un paso más allá. También tenemos baladas dentro del disco para las chavalas.

Defíneme el sonido de este disco

Creo que no suena a nada que haya en este momento. Nos suelen catalogar en medio de El canto del loco, Pereza, Pignoise… pero yo no he escuchado nada que suene así. Hay que tener en cuenta que está todo inventado en la música. Hago pop, aunque también me gusta el rock, por eso metemos guitarras distorsionadas en todas las canciones. No sabría decirte verdaderamente a qué suena.

Háblame sobre el proceso de composición de las canciones del disco

Las letras siempre las escribo yo. Para la música sí me gusta rodearme de mi equipo, tener colaboraciones y demás. Si alguien me viene con una canción, sea quien sea, y me gusta me la quedaré. Probablemente le cambie la letra para sentirme más identificado. No soy cantante de por sí, por eso me gusta escribir a mí las letras. Las melodías ya me dan más igual. Cuantos más compositores tengas en un disco, más color, más completo y más redondo te puede quedar.

¿De qué habla en conjunto el disco?

Suelo dedicarle las canciones a mis amigos y a lo que suelo vivir. La Rutina habla del tiempo que estuve viviendo en Londres. Tenía una novia en esa época y era todo igual y a la vez, completamente diferente. Si pudiera acordarme de todos los días que pasé en Londres te contaría mil anécdotas. Pero también cogía el mismo autobús cada día, las mismas clases de inglés, el mismo curro y la canción salió de esos momentos.

¿Qué te influye musicalmente hablando?

Me gustan mucho Los Beatles, en cuestión de melodías es un ejemplo a seguir. Más que copiar lo que ellos hacen, su sonido o su forma de componer, para mí, son un modelo de lo que ellos han hecho en la vida: cómo empezaron, cómo se buscaron la vida y cómo escribieron canciones maravillosas.

¿Y en qué te inspiras a la hora de escribir una letra?

Cuento lo que me pasa. Mi manera de componer es coger un cuaderno y contar una historia. La cuento como te la puedo contar a ti. La escribo de una manera casi infantil, como si fuera una redacción para el colegio. De esta historia saco las sensaciones, las mejores partes y ya le vas dando un poco de poesía, un poco de literatura…

Háblame de ese equipo de colaboradores con el que trabajas

Mi padre tenía un grupo de música cuando era más jovencito. Hace un inciso (para mí mi padre compone mejor que yo, así que es un orgullo para mí cantar una canción suya). Sus amigos, su grupo de música también quiere meter baza y son ellos los que me ayudan a componer.

¿Qué ofrece un concierto de Duke?

Intento ofrecer mucha naturalidad, humildad e intentar contar lo que estoy haciendo en cada momento. No cuento películas ni me invento una leyenda sobre mí. Creo que así es como logras una mayor empatía con la gente. Las canciones en directo son otro rollo al no tener tantos instrumentos como hay en el disco. Eso sí, me cuesta mucho lo que hay que decir entre canción y canción. Eso sí que lo llevo con pinzas. Para mí, hablar es casi tan importante como cantar, y eso ya me cuesta más. Necesito más tablas.

¿Has tenido dificultades económicas a la hora de grabar el disco?

Tenemos un ordenador donde metemos todas nuestras ideas y hacemos el boceto de lo que va a ser la canción, con sus arreglos. Cuando nos convence nos pasamos a un local donde ensayamos las canciones y al tener amistad con los dueños del estudio todo resulta más fácil.

La foto de la guitarra aparece debajo de todas tus letras

Me gusta la forma que tiene la guitarra y el sonido pero no me considero guitarrista. Es curioso pero no me interesa demasiado tocar la guitarra. La toco porque para componer es necesario pero no es mi instrumento preferido.

¿Cómo está la cosa para hacer conciertos?

Antes de meterme en esto, yo pensaba que siendo artista estabas trabajando. Lo justo es que si sales a tocar te recompensen por ello. No digo que los aplausos no sean una recompensa pero yo estoy gastando mi tiempo e intentando ganarme la vida. Me lo paso bien, pero no deja de ser trabajo.
En muchos sitios hay que alquilar hasta la propia sala. Realmente en estos ámbitos con lo que se gana dinero es con los derechos de autor más que con los conciertos.

Desde tu punto de vista ¿utilizarías tu profesión para poder implicarte en causas sociales?

Como persona cada uno tiene su derecho a hacer lo que le de la gana. Tengo mis ideas pero no soy excesivamente político. Vender política en las canciones es algo que no voy a hacer. Hablo de amor, de amistad en las canciones y ya está. Si tienes unas ideas muy potentes en política o en lo que sea y tienes suficiente voz como para que se te escuche creo que está bien utilizar tu posición.

Dime un disco nacional y otro internacional que te haya sorprendido últimamente.

Me sorprendió y muy gratamente el último trabajo de El canto del loco. Me identifico con lo que hacen ellos. Se lo han tomado en serio y se ve que hay corazón. Internacional me quedo con Coldplay.

Y un concierto

Me marcó, aunque de forma nada positiva el último concierto de los Rolling en el Calderón. El espectáculo es increíble pero están muy mayores, no se sabían sus canciones…

¿Qué planes hay de cara a un futuro?

Paramos la gira porque nos hemos metido con un nuevo proyecto. Habrá algunos cambios en la imagen, una nueva banda y no quiero interrumpir este proceso creativo y nuevo con cosas viejas que lo distorsionen.


KIKE DEL TORO