martes, 13 de octubre de 2009

CRÓNICA - MENDETZ + THE REQUESTERS - SALA HEINEKEN

Todo contracorriente … y el mejor concierto de su carrera en la capital

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MENDETZ + The Requesters - Sala Heineken - 13 de octubre de 2009



Concierto importante el de Mendetz anoche en la capital. Era la primera vez que se enfrentaban a una sala con un aforo de más de cuatro dígitos de capacidad en la capital (Festival Metrorock aparte) y la cosa no podía pintar, de primeras, más desoladora: martes (entre semana, 13; para más inri; y encima, un concierto de electrónica de esos que piden a gritos la libertad y la deshinibición propia de las noches de fin de semana). La cosa al final se quedó en media entrada (500 personas que, en jueves hubiesen sido 800 y que el viernes o sábado hubieran arrasado con sold out) que aprovecharon los huecos para bailar más desenfrenadamente y para entregarse sin complejos al directazo de estos catalanes.

Mendetz dicen querer demasiado a Madrid. Lo espetó Stefano nada más empezar tras agradecer la estimable presencia del respetable y quizá se les note. Además de Barcelona, la capital les ha visto crecer en todos los clubs en los que presentaron el rabioso casio punk que se sacaron de la manga y que maravilla a propios y extraños en directo.

En el escenario dos palmeras “Corrupción en Miami Style”, un flotador y un retrato de Rick Morains (el protagonista de "Cariño, he encogido a los niños”). Todo encantadoramente freak. Y de fondo el sonido de unas olas agitándose en el mar, preludio de la marabunta que viene encima durante los 75 minutos siguientes.



Su directo es una escalera ascendente que se vuelve vertiginosa desde el principio. Nada más arrancar: Maximo Trufatto con toda la gente entrando en calor, precedida de Botino´s Beach (increíble, incluso siendo más introductoria que otra cosa, que, sin embargo, no es el mejor comienzo - esos falsetes nada más empezar matan a cualquiera- ). Mystical Farmer caldea el ambiente, pero es con la hiperpinchada Future Sex, que suena muy pronto en el concierto, con la que consiguen el primer momento espectacular de la noche. No necesitan dejarla para el final, tienen suficientes bazas como para entretener a sus seguidores sin problemas.

Suena Wolfdance que dedican a Michael J. Fox y uno vuelve verdaderamente a la época de Regreso al Futuro. The Ground, cañonazo revisitado en directo, respecto al primer disco. O The Boola Shines in a pink Neon Room (título imposible para un temón del disco ochentero de raíz europea). Y mientras todos bailan, ellos hablan poco. Uri toca el bajo y sonríe, bebe (de un trago una copa) y bromea con el público. Pablo saca el mejor sonido posible a sus endiablados ritmos de batería. Y Jan y Stefano en su mundo paralelo mientras están tocando. El primero lo vive, sonríe satisfecho; el segundo más comedido. Los dos satisfechos (aparentemente) con lo caliente que está el público.

Y la traca final: Flashback, Souvenir y Freed From Desire, hitazo de Gala (así lo definió Jan hace unos meses, ¿por qué contradecirle?) para cerrar una noche para el recuerdo. Para ellos y para sus cada vez más numerosos seguidores.

Y de regalo THE REQUESTERS:



Alex “Sidechains” y Oriol “D.A.R.Y.L.” van consiguiendo poco a poco que sus nombres propios por mérito propio dentro de la electrónica vayan penetrando en la cultura popular. Anoche ofrecieron de nuevo su cañera y agresiva muestra (definitivamente, mejor escucharles cuando la noche va más avanazada) que han presentado en el Sónar, en Creamfields o en el desaparecido Summercase. Una batería de estilos e influencias de la cultura club de los ochenta y noventa que, si bien, son un cañón, despistan un poco sobre el camino por el que definitvamente transitará el dúo en su esperado debut.

KIKE DEL TORO
FOTOS: L.H.D.T.

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