viernes, 21 de agosto de 2009

CRÓNICA - I JORNADA ECOPOP 09´

Amaral y José Ignacio Lapido protagonizan una multitudinaria primera jornada en el Ecopop

Rock en el castillo

*****


Sin duda, se agradece que de vez en cuando la música salga de los locales y emplazamientos habituales. No ya de las bares, salas de conciertos, auditorios o pabellones deportivos. Sino de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Zaragoza, etc...

A Arenas de San Pedro no llega la música como a las grandes capitales, y mucho menos el desfiladero de primer nivel del indie nacional que supone el Ecopop, que este año alcanza su lustro. Pero todo hay que decirlo. Tampoco a los grupos que participan se les presenta todos los días la oportunidad de tocar en un emplazamiento como el castillo Álvaro de Luna, precioso, especial, sin duda mágico lugar para desgranar repertorios.

Anoche era el día grande, en lo que afluencia se refiere. Amaral, único artista que podríamos considerar mainstream (no por mentalidad, sino por discos vendidos) del cartel, junto con José Ignacio Lapido y los debutantes Los Pedales congregaron a casi 2.500 personas.



Estos últimos abrieron el Festival a las nueve de la noche. Rodolfo y Gustavo, ganadores del concurso de maquetas de esta edición sabían que lo tenían difícil. No se les hizo mucho caso, pero ojo, no por la reacción del público hay que menospreciar un pop-rock estimable, bien tocado, con una banda aparentemente solvente (difícil en estos tiempos en los que los conjuntos no se pueden engrasar por falta de fechas). A ellos les sirvió para que las aparentemente sinceras canciones de su debut (Dirección Sur o Razones comunes, por ejemplo) sonaran ante algo más de 500 personas por aquella hora de la noche.

El siguiente en saltar al escenario fue José Ignacio Lapido, concierto del que no pude escuchar todo lo que me gustaría (el lunes veréis por qué), pero, por los seis temas que pude ver se confirmó lo que sabemos todos. Que Lapido es una autoridad. Que quien le tosa los tiene que tener muy gordos. Sin 091, da la sensación de que José Ignacio es más accesible a la hora de abrir en canal sus sentimientos. Menos frío (o tímido) que antaño. Pero eso no significa, ni que la intensidad, ni mucho menos su gracia poética mengüe en ningún momento. El ángulo muerto o Cuando el ángel decida volver adquieren la contundencia en directo, marca de la casa, que su banda viene ofreciendo los últimos años en directo. Pegas: el sonido no fue todo lo nítido para apreciar la grandeza de la banda y el público, no todo lo numeroso que cabría esperar. Aún así, fue el mejor directo de toda la noche.



De Eva y Juan, Amaral, terceros en salir, poco queda que decir. Pocas diferencias con un concierto habitual suyo. El All Tomorrow´s Parties de la Velvet Underground nos situa ya en el fronterizo abismo en el que siempre se han movido. Capaces de sonar en todas las radios del país y a la vez, no desentonar en un festival tan selectivo como este. ¿Cuántos grupos de pop comercial abrirían con este temón sus conciertos? El pistoletazo de salida lo dió, para quien esto firma, las dos mejores canciones que han firmado el dúo zaragozano en sus ya doce años de carrera: Concorde y Kamikaze.

Eva siempre ha tenido una pose rockera sobre el escenario. Pero su actitud, eufórica durante las dos horas de concierto, no la veíamos desde los tiempos en directo de Estrella de mar. La banda, a estas alturas, perfectamente engrasada, consiguen ese toque rockero y enérgico que a veces de disipa en el estudio. Rescataron Salir Corriendo o una impresionante (en directo, no tanto en aquel disco) No se que hacer con mi vida. Pero en esta segunda parte de la gira se llevan la palma dos versiones nuevas: en primer lugar, Tarde de domingo rara, en clave acústica, muy distinta al ritmo hit del disco y en segundo lugar, En sólo un segundo, una locura psicodélica en la que Eva muta y demuestra sus ilimitadas capacidades vocales.



Momento especial el de Cómo hablar, dedicada a Antonio Vega y papelón el de Juan con Tardes, su tema en solitario. Primero falló el sonido, después olvidó la letra (y tardó un minuto en recordarla), pero todo quedó en anécdota. Esta noche, con Eva sola en el escenario y Sin ti no soy nada, el primer clásico del grupo, cerraron un electrizante concierto que confirmó que por alguna extraña razón, en los pueblos se crecen más que en otros lugares.




Jesús Ordovás puso el fin de fiesta pinchando alguno de los mejores temas de la historia del pop español: Bailando o Sin documentos, por poner dos ejemplos.


Esta noche, conciertos de Lori Meyers, Love Of Lesbian o Cooper. Mañana más.

KIKE DEL TORO
*disculpas adelantadas por la mala calidad de alguna de las fotos. Lo que importa, estuvimos allí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario