miércoles, 19 de agosto de 2009

ENTREVISTA A LE PUNK

“Vamos a seguir sacando discos aunque nos pasen todas las putadas del mundo”



Le Punk no son unos recién llegados, aunque muchos rezagados les conocieron a finales del año pasado, coincidiendo con el lanzamiento de su notable "Mátame". Un disco complejo, mestizo. Un canto a la boheme, a la decadencia del cabaret a la que tanto gusto le procesan nuestros protagonistas de hoy. Hablamos con Dani "Patillas", bajista de Le Punk hace unos días (A Alfredo, cantante, se le olvidó la cita) en Alameda de Osuna. Hicimos balance de los últimos meses, de sus gustos, sus influencias, su imagen y también, de por qué no tocaron en Las Ventas. Sigue leyendo.

Háblame un poco de Mátame. Ya se puede hablar con perspectiva de él...

Grabarlo fue una liberación de antiguos corsés que teníamos. Cambiamos de compañía, el modo de composición de las canciones. Hicimos más caso a los arreglos. Mátame es un disco de rock and roll. La salida fue muy bien. La promo estuvo bien enfocada pero todo se ha diluido con el paso del tiempo. Nos ha hecho falta un mayor número de conciertos para rematar la promo del disco. Hay muchos sitios a los que no hemos ido aún sabiendo que teníamos público. La cosa está como está. A mí siempre me parece que se puede hacer un poco más. Somos un grupo que estamos en segunda división.

¿Crees que a día de hoy Le Punk no ha grabado su disco definitivo?

No. Por nuestra forma de ser creo que no llegaremos nunca a hacerlo. Muchas veces haces música porque te diviertes y se te olvida lo que de verdad sabes hacer. Jugamos con eso como un recurso pero nos queda todavía hacer un disco más crudo, más nuestro.

Mátame es un álbum complejo, en lo que a arreglos, instrumentación e incluso estilo se refiere.

En cuanto a estilo sí, pero hemos quitado muchos arreglos respecto a lo que hacíamos antes. Tenemos un patrón básico, una estructura, que es el blues. Siempre nos pica el cabaret, el swing, que para nosotros tiene un aire muy festivo. Son dejes que tenemos.

¿Por qué un título como así?

Venimos de una situación difícil. Salimos de una compañía, perdimos a dos componentes del grupo y no es fácil hacer un disco, económicamente. No sabíamos como financiarlo. Es un mensaje desafiante. Nos da igual lo que nos pase. Vamos a sacar discos aunque nos pasen todas las putadas del mundo o nos dejen colgados en el último momento.

¿Salen mejores canciones, mejores discos en periodos de crisis?

Para mí sí, pero es cuestión de gustos. Una canción es buena cuando tiene algo dentro, aunque sea sólo una frase que sea un reflejo nítido de algo real. A veces hay canciones maravillosas que se han hecho en un minuto y que cuentan una chorrada. Son cojonudas, pero a mí no me gustan.



Lleváis seis años como banda, profesionalmente. ¿Qué habéis aprendido?

La música es algo que te tiene que gustar. Si lo haces para molar más, ganar pasta o conseguir otro fin te vas a llevar una hostia de tres pares de cojones. No puedes perder la perspectiva de que haces esto porque te gusta. Si te metes en berenjenales de grandes palabras, muy profesionales, es cuando uno dice: “joder, que asco”. La rutina es mala.

¿Va a haber posibilidad de girar en otoño?

No se que va a pasar a partir de septiembre. Ni idea. Nuestra obligación moral es hacer canciones y tener preparado un disco. Nos encantaría, pero no depende de nosotros.

Vamos a hablar entonces de los conciertos que ya habéis dado. Alguno de ellos bastante importantes.

En directo no hay más que vernos. Somos buenos, una banda de directo. Estamos locos porque alguien nos diga “Venid a tocar”. El show es más divertido de lo que parece. Muy cercano. No hay nada preparado, rock a la antigua usanza. Nos gusta ese rollo del cabaret, como te decía antes.

¿De donde nace ese gusto por el cabaret?

De muchas canciones. Imágenes estéticas que representan lo que quieres hacer. La intención del grupo está muy influenciada por el tango. El tango es un soporte de música que lleva unas letras con temáticas que nos gustaban mucho. Esa música nos llevaba a terrenos más oscuros, tabernarios. De ahí puedes irte a Nueva Orleans o a Berlín y ver lo mismo. Todo tiene un nexo común. Un tipo de músico, de espectador.

Si el cabaret conduce a la boheme, a la decadencia, a esos ambientes sórdidos y tabernarios que me decías, ¿cómo conseguís hacer un directo divertido basándoos en esos patrones?

A las bravas, la mejor manera de hacerlo. Con el público, lo mejor es ser sinceros. Salir e interpretar las canciones como nos salen. Alfredo llega, lo canta de una manera, hace unos silencios. Hay rollo. Siempre nos hemos planteado subir ese nivel. Gastarnos toda la pasta en este tipo de detalles. Hacer una gira de puta madre ambientando cada tema. Hoy en día conseguimos algo. La gente lo capta. Supongo que también tendría que verlo desde fuera para saber si se puede captar de verdad.

¿Cómo adaptáis el sonido tan complejo del disco en el directo?

Salvo cuando tocamos en Siroco o locales pequeñitos, siempre llevamos una sección de viento. Son los chicos de No Reply. Hay muchos pianos que son apoyos y los suprimimos, no son determinantes.



Háblame de Te llevo en el corazón, el dúo que habéis hecho con Bunbury.

Lo iba viniendo venir. Me decían. “El otro día Bunbury eligió en una radio vuestro disco como uno de sus favoritos”. A nosotros Enrique nos gustaba mucho, sobre todo desde Pequeño. Nos enteramos que su chica, Jose Girl le molaba mucho el grupo y quería hacernos unas fotos. Nos pareció de puta madre. Era un rollo absolutamente personal. Nos vió en Joy Eslava, le gustó y nos dijo que quería hacer algo con nosotros. Ha sido un placer inmenso. De hecho, la canción es hasta single.

¿Cuántas veces se os ha comparado con él?

Mogollón. Nos da igual porque nos encanta. Nosotros empezamos con el proyecto de Le Punk antes de que saliera Pequeño. Y cuando lo escuchamos nos quedamos flipados. Dijimos: “si esto es lo que nosotros queremos llegar a hacer”. En ese momento estábamos todavía en pelotas. Me gusta que haya una figura como él en la escena española.

Por curiosidad, ¿Qué pasó en Las Ventas? Estábais anunciados como teloneros del maño

Nos quedamos bastante chafados. Volvemos al rollo ese que te decía de “Mátame”. Muchas veces estas cosas no tienen nada que ver ni con Bunbury ni con Le Punk. No tengo ni idea de lo que pasó ni lo quiero saber, porque si lo se, igual mato a alguien. (Risas). Supongo que habrán sido problemas entre los promotores. Debió de haber algún tira y afloja. De hecho Bunbury cuando nos lo contó no fue en plan “os he elegido para que toquéis conmigo” sino “me han dicho que váis a tocar conmigo”. Fue una putada quedarnos sin tocar en Las Ventas. Lo que más me jode es que todo el mundo estuviera callado como putas y luego dos semanas antes nos cortaran el rollo de esa manera.
Buena responsable de vuestra imagen es Jose Girl, que se puede decir que se está consolidando como una de las fotógrafas más importantes del rock español.

La imagen es idea de ella. Habló con nosotros. Para mí que le gustara el grupo era una razón importante para elegirla a ella. No te va a hacer una idea teeneager. Fuimos a un bar de la calle Hortaleza lleno de putas. Y lo primero que pensé: “ya estamos otra vez con el tema de las putas. Nos van a poner una tía buena al lado y vamos a parecer machotes”. A mí eso me parecía una mierda. Pero todo lo contrario. Jose cogió un montón de tías viejas y arrastradas, pero muy majas y fue la polla. Ahí le ví el ángel al asunto. Hay fotos acojonantes como la que una mujer le está dando un beso a Alfredo. Nos dió una visión original y nos hizo una imagen diferente.

Sois muchos grupos en Alameda de Osuna. Hace poco pensaba que estaba Pereza, Sidecars y poco más...

Hay mucho grupos y en su día hubo muchos más. Hay un entorno común en los grupos, una marca de identidad. Aquí ha habido siempre mucha competitividad en los grupos, envidia sana. En plan “joder este grupo que pedazo de gira tiene, eso es porque nosotros no nos lo hemos currado todo lo que debiéramos”.

Raúl Arévalo participa en el video de Te llevo en el corazón.

Una amiga nuestra, Raquel Quintana, actriz, nos comentó que Raúl Arévalo y Canco Rodríguez venían a los conciertos del grupo. No los conocía. Cuando me los presentó, sí que les reconocí. Me parecieron dos tíos muy majos y se ofrecieron a hacerlo, además por la cara. El rodaje fue superdivertido. Hemos quedado muchas veces con ellos y son muy majetes.

Como grupo, supongo que os habéis enfrentado muchas veces a tocar ante 3.000 personas un día y al siguiente hacerlo ante 500

Ha pasado. Cuando tocas ante 50 después de un sitio grande da miedo. Sales y ves a 50 personas mirándote en modo espera y piensas “como la cague, me van a lapidar” (Risas) Les tienes en la cara. Una vez que ya estás dentro del concierto mola más las 50 personas que las masas. Ves las reacciones, pero, de primeras, da miedo.


Háblame de la borrachera más dulce que hayáis tenido este año.

Joder. Ha habido tantas (Risas) En común, en la gira Heinken hubo fiestas postconciertos muy graciosos. No me acuerdo del lugar. Qué triste. En Bilbao terminamos todo el grupo haciendo break dance en un garito que ponía coplas. Estábamos muy muy borrachos. Teníamos el cerebro ya apagadísimo.

Escuchándoos podrías perfectamente apostar por expandir vuestro disco en América, especialmente en Mexico.

Nos encantaría. Ha habido acercamientos para llevar nuestra música fuera de aquí. Nos gustaría tocar por Europa. Hemos tocado en Francia o Polonia y la reacción fue sorprendente. Parecen muy rectitos y cortados por el mismo patrón, pero luego responden a la perfección. Están haciendo un esfuerzo para asimilar cosas nuevas. Nos encantaría que finalmente se hiciese algo en América. Estamos seguros de que si vamos una vez, volveríamos.

No os gusta demasiado hablar de las canciones. Supongo que están ahí y que cada uno las interprete a su manera

También es una cuestión práctica. Como todos hacemos temas, no se exactamente lo que quiere decir Alfonso. Claro que lo se, o creo saberlo, pero prefiero no hablar en nombre de él. Somos un grupo muy espontáneo en ese sentido. Otra cosa es que después de muchas entrevistas ya me sepa la respuesta y la diga. Somos poco profesionales en ese sentido. Cambiamos el repertorio incluso en el escenario.

¿No os pone más nerviosos?

Es que llevamos muchos años. No sólo seis años. Ha habido mucho aprendizaje y rodaje. En el café La Palma en Madrid hemos tocado unas treinta veces.

KIKE DEL TORO

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