viernes, 2 de octubre de 2009

CRÓNICA - ALIS - COSTELLO CLUB

El buen hacer de un músico sencillo

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ALIS - COSTELLO CLUB - 1 de octubre de 2009



Alis ha decidido tomarse las cosas con más calma. Y se agradece. Por su propia salud (cuatro discos en tres años – el último un dignísimo tributo a Antonio Vega -) y por la paciencia (agotable) de quienes han presenciado tres intentonas fallidas de acceder al olimpo del pop.

Comercialmente, no nos engañemos, Alis está muy lejos de funcionar, pero Cuando el sol nos dé calambre es, por encima de circunstancias ajenas que más tienen que ver con los bolsillos que con el arte, un admirable ejercicio de composición de canciones. ¿El músico, compositor y técnico de sonido aporta algo nuevo? Quizá pueda parecer que no, pero reformulo la pregunta: ¿cuántos compositores hay que sean, además de sensibles artísticamente, honestos y accesibles? Esa es la liga en la que juega Alis.

En directo, su repertorio plagado de referencias a su universo cultural cobra más fuerza que en el disco y sus canciones sencilla y llanamente pop adquieren un talante orgánico y de banda que les dotan de cuerpo y personalidad.

Anoche fue su primer lleno en un abarrotado Costello (120 personas) y la jugada le salió más que bien. Precedido de Lolover al que Pachi felicitó durante el concierto por su actuación salió sobre las 22:20 al escenario de Costello.

, Tormentas y Cine Mudo para empezar. Tres de las canciones más coreables de su último trabajo que el público recibió con gusto y que el cantante agradeció: “Agradezco que en estos tiempos en los que vivimos con la puta crisis hayáis llenado un garito con un concierto de rock and roll”. Habló poco, sonrió (para dentro) mucho más y se lo pasó bien en el escenario con sus músicos.

No hay duda de que es su hábitat escuchando Canción lunar o Tira de mi lengua. O Sigo Aquí, perfecta declaración de intenciones (y principios) que cierra el primer bloque del concierto. Por problemas horarios se cayeron dos temas del Set List: Collage y No me sueltes. Una pena. Pero a cambio regaló uno de los momentos más emotivos de la noche al recordar el Elixir de juventud de Antonio Vega en clave acústica o la homónima del disco, en similar formato.

Uno sin mitad fue el rock (and) roll -ero punto y final a una noche memorable para la banda. Todos se marcharon con una sonrisa en la boca. Los músicos y el público. Y eso, es impagable.

NOTA: Alis repetirá el reto de su primer sold out madrileño en La Sala El Sol el próximo 3 de diciembre.

KIKE DEL TORO

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