CRÓNICA - JAIME URRUTIA - SALA CLAMORES

El rock de Urrutia de toda la vida

***1/2

JAIME URRUTIA - Sala Clamores - 29 de octubre de 2009

Jaime Urrutia es, junto con Santiago Auserón, el mejor y más poético escritor de canciones del rock español. Por eso, el standby de su carrera, que, en cierta forma empezó con el sin sal El muchacho eléctrico y se confirmó con Enjoy, gran directo (y justificado, el primero de su larga trayectoria) pero alimentador en buena medida de esa apariencia de sequía creativa que parece adolecer la carrera del torero estos últimos años.

Por eso anoche, entre tanto nostálgico y fan ávido de nuevo material, el aforo de Clamores se completó sin problemas. El pasodoble Gallito, a todo trapo, anunció lo que iba a ser una noche de grandes éxitos, poco dada a la innovación, pero que el público de Clamores disfrutó como enanos. Salió con su característica actitud chulesca (previo tropezón nada más empezar) y sus bazas habituales. Enfundado en traje negro y camisa azul desgranó un repertorio no demasiado extenso pero lleno de grandes éxitos y presencia del pasado (suenan varios temas de Gabinete), y la respuesta fue agradecida por parte de un público tampoco demasiado exigente.



Arrancó con Delirios y Tócala, Uli, calentando la voz y agradeciendo la presencia de sus fans en su sala favorita. Después atacó ¿Dónde estás? Con homenaje vocal a Calamaro y Bunbury, y Mentiras o Vestida para mí. Con todo, no fue hasta Cuatro rosas, clasicazo, cuando Jaime y Los Corsarios (absolutamente engrasados a estas alturas) entraron en calor. Después, Maribel (nunca entenderé esta canción), y, calentando de verdad al personal, Caray.

El músico cuenta con un número suficiente de canciones para que durante la hora y media que dure el concierto cualquier tipo pueda recordar su vida como si cada canción supusiese un momento. Pasado el tiempo, Camino Soria es el gran disco de Gabinete, el que más ha aguantado el tipo. De él suena la homónima, como no, La suite nupcial y La sangre de tu tristeza. (Y Uli, recordemos) Y las cuatro tienen una respuesta especial por parte del respetable.



También Al calor del amor en un bar, himno de la cultura pop-rock que todos hemos escuchado un número inimaginable de veces, y muchas veces, de forma involuntaria. El mejor momento de la noche: Completamente feliz. ¿Declaración de intenciones del propio músico en este momento? Quizás.

Se echa en falta material nuevo, novedades. Anoche fue un buen concierto porque cumplió su cometido: contentar, entretener y encandilar a sus seguidores de toda la vida. Pero quizá haya llegado el momento de volver a aportar algo nuevo (y bueno). Esperándolo nos quedamos.

KIKE DEL TORO
FOTOS: RAMÓN MATÍAS