Tiene tres discos pero realmente es un artista nuevo. Tres piezas de agradable pop nacional (sí, existen) en apenas dos años. Dice que ahora va a echar el freno, pero ya tiene en mente varios conciertos para el verano y una gira de salas de cara al otoño. Hablamos con él con motivo del reciente lanzamiento del notable “Cuando el sol nos de calambre”.
¿Cómo van estos primeros conciertos?
La verdad que bien. Estoy bastante contento a todos los niveles. Estamos esperando a que salgan más shows. Ya sabemos que no es un buen año para nadie y estamos esperando con tranquilidad a que surjan sitios donde poder tocar.
Desde que empezaste, apenas has parado. Tres discos en apenas dos años.
Ha sido bastante agotador. Desde que sacamos el primer disco no hemos parado de tocar, ni de hacer entrevistas, ni promoción. Creo que dejaré bastante tiempo entre este disco y el siguiente porque Cuando el sol nos de calambre tiene bastantes singles y se puede estirar un poco más de lo normal. Me lo estoy tomando con más calma. Hemos empezado con una gira de presentaciones por Fnac y continuaremos en invierno con una gira de salas. Pensábamos hacer las dos cosas a la vez pero me parecía un poco locura. Tenemos algún festival y un par de shows sueltos con Amaral pero las salas las hemos dejado para el invierno.
Cada año hemos hecho unos cincuenta bolos y llega un momento en el que hay que parar, sobretodo mirando alrededor y viendo lo difícil que está el panorama.
¿De donde sacas la inspiración entonces cuando no tienes tiempo ni para vivir como quien dice?
Empecé a componer el nuevo álbum justo después de mi último show con Amaral, que fue el 4 de septiembre. Fue el único momento que tuve para poder ponerme con el disco nuevo. Les prometí un disco nuevo a la oficina. Cuando entré en Hook, Mínimo estaba ya a medio trabajar y me pareció que ellos se merecían un disco nuevo para poder hacer su trabajo en condiciones. Desde el 4 de septiembre hasta principios de noviembre que empecé la gira con Shuarma estuve finiquitando composiciones antiguas y también maquetando temas. Se los entregué a Cameron (Jenkins) y me descargó de la producción, que suele llevar mucho tiempo.
¿Tuviste la oportunidad de conocer a Cameron Jenkins?
Sí. Estuvimos un día en la oficina. Él estaba invitado al concierto de Amaral en el Palacio de los deportes y aprovechamos el encuentro para hablar sobre el concepto del disco. Continuamos las conversaciones por mail. Entre que el no entiende mucho castellano y yo no mucho inglés, al final fue un poco complicado, pero hizo un curro increíble.
¿Por qué escogiste a Cameron Jenkins como productor?
Me lo propuso Hook. No creo que esté en una posición en la que pueda elegir productor. Me convencieron porque el tío había trabajado con algunos artistas que a mi me gustan mucho como Richard Ascrhroft. Creí que mi rollo lo iba a entender perfectamente e iba a ser capaz de extraer mi identidad. Es una oportunidad que me dio Amaral, que son colegas de él y que se están portando estupendamente conmigo desde que empecé en todos los aspectos.
Tienes una lista de colegas de la profesión bastante grande: Shuarma, Amaral, José Ángel de Second...
Sí, he tenido colaboraciones que para mí han sido muy importantes. Leiva, de Pereza, hizo No me sueltes, para el DVD en directo y también uno de los grandes para mí de este pais, que es Fon Román, la otra mitad de los Piratas que me parece que tiene un disco en solitario fantástico y que es un buen amigo. También participaron los Lori Meyers, que son amigos míos de toda la vida. Tengo suerte de conocer a muchos músicos también porque fui su técnico de sonido en su día. Todo son colaboraciones muy naturales y, sobre todo, buenos amigos.
¿Cómo surgió Cine Mudo como presentación del álbum?
Cine Mudo le gustaba a mucha gente. De hecho muchos terminaban cantando al final el estribillo aún siendo la primera vez que la escuchaban. Siempre es bueno sacar una carta de presentación atractiva, aunque nunca se sabe. A lo mejor sacas el tema más raro del disco y te ponen en todos lados. Tengo una carrera de fondo, no tengo ninguna prisa. No se si llegará el momento en el que de el salto al gran público. Me conformo con que todos los colegas de la profesión me respeten y el público minoritario o indie, llámalo como quieras, venga a mis conciertos. No me gusta la palabra indie, prefiero la palabra independiente. No pertenezco a una multinacional, soy libre y nadie me dice como tengo que hacer las cosas. No saco singles para intentar vender un millón de copias. Entre otras cosas, porque ya nadie vende discos.
¿Cómo te defines, musicalmente hablando?
Unas veces tengo tinte pop, otras soy más eléctrico o rock. Incluso ahora he rescatado un poco el folk, que lo tenía un poco enterrado. Me apetecía rescatar un poco el aire de discos que a mí me gustaban mucho de pequeño como Cat Stevens o Neil Young. No puedo situarme en ningún estilo en concreto. Voy un poco a lo que me apetece en cada momento. Me siento un poco como Bowie, que hago un disco distinto cada vez. Intento no encasillarme para ser reconocible. Creo que no es práctico.
¿Que nos espera, de cara al futuro en el tema conciertos?
Supongo que saldrán algunas cosas para verano. En invierno haremos una gira de unas diez o doce salas. Este sábado termino la gira de Fnac. Se han portado estupendamente y veo una respuesta muy buena en el público. El día 10 tenemos un bolo importante en Barcelona, donde tocamos con Amaral. Barcelona es una ciudad que nos encanta y siempre son conciertos en los que podemos enganchar a nueva gente.
Recomiéndame un par de artistas que te gusten.
Me parece brutal el disco de Anthony And The Johnsons, que tiene una producción estupenda y además tiene una sensibilidad enorme. Marazo, que aún no ha sacado el disco, es un tipo que va a sorprender a todos. Me parece que tiene una sensibilidad y un talento equiparable a Antonio Vega o Enrique Urquijo.
KIKE DEL TORO
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