martes, 30 de junio de 2009

ENTREVISTA

El rock de ZOO


La sala Heineken no tiene la mejor acústica del mundo. Es por todos sabido. De hecho nada más entrar un zumbido ensordecedor inunda el ambiente. Un amable Juantxo, de Sidecars, me ha acompañado hasta donde están haciendo su prueba de sonido Zoo, una de las mejores bandas en eso de fusionar el rock con elementos tecnológicos sin que el resultado sea sonrojante.

Es lunes, día poco dado a conciertos. Hoy se presenta un innovador proyecto que ayudará a financiar El Cosmonauta, de Nacho Vigalondo. El panorama, como vemos varias horas después no es nada cálido. Apenas 300 personas en la primera de dos jornadas en las que desfilarán por el escenario además de los ya mencionados Zoo y Sidecars, el cantautor Álex Ferreria y Havalina. Un cartel lo suficientemente atractivo como para completar el aforo de una sala como esta. Pero la crisis, incluso en festivales como éstos, hace verdaderos estragos.

La prueba de sonido es aparentemente normal. Con sus más y sus menos. Cuando termina, me acerco a Isra, guitarrista del grupo para confirmarle mi presencia y acordar donde haremos unas preguntillas. La impresión de la prueba cambia en cuanto entro por la puerta del camerino.

Borja (guitarra y voz) y Dani (bajo y voz) discuten sobre el resultado del ensayo. Tampoco me queda claro el asunto por el cual se produce la conversación por lo que me ahorro ese dato, pero el tema va de monitores (o la ausencia de ellos). Llama la atención lo poco mitómana que es la discusión. Que nadie imagine una bronca antológica con gritos cercana a la excentricidad que tanto y tan bien venden los Kings Of Leon este mes en la revista del canto rodado. Amablemente exponen cada uno su punto de vista y llegan a un acuerdo, para el que tardan, eso si, unos 5 minutos, sin percatarse tampoco demasiado de mi presencia.

Se unen Isra y Josetxu (batería) y tras rellenarse unos vasos de tubo de cerveza empiezan a hablar. Mi primera pregunta, todo inocente, iba referida a la prueba de sonido, por lo que se ríen ipso facto y la anécdota marca las siguientes preguntas.

Entre tanto, el calor de una habitación de 10 metros cuadrados con cinco personas dentro empieza a hacerse notar.

El tono de la entrevista es absolutamente distendido “Antes de salir al escenario, no hacemos nada especial, charlamos y bebemos cerveza”, dice Dani, Josetxu es más técnico “revisamos el set list, hablamos entre nosotros de las impresiones del conciertos. Ah bueno, y nos comemos las pollas, nos enfadamos, nos besamos, todo lo que te puedas imaginar” En medio de la carcajada general intento conducir la charla para que me hablen de ellos mismos, de su evolución.

"Después de todo lo que hemos pasado, hemos aprendido a disfrutar, si nos dedicamos a este trabajo es porque nos gusta mucho”, dice convencido Dani.

Son tiempos difíciles y las expectativas de los grupos que tratan de hacerse un hueco se ven mermadas por innumerables obstáculos. Borja lo tiene claro: “Hay baches, pero hay que tirar para alante (…) Hay una industria muy grande y grupos dispuestos a seguir su rollo. No nos gustaría estar en un circuito determinado y hacer ciertas cosas por obligación”.
Borja parece ser el que más se suelta y da su impresión respecto a los grupos que “gracias a la tecnología, hacen cosas impensables hace un montón de años. Hay un montón de ideas frescas”.

Definirse a sí mismo siempre es difícil, pero es algo que los grupos tienen que ser capaces de hacer sin tener que poner el piloto automático en la respuesta. A Dani le cuesta “¡Pero tío!, ¿qué pregunta es esa?. La simple entonación es motivo de risa. Borja no lo ve tan difícil: “es rock”. “Pero rock es muy amplio” matiza Dani. “Quizás seríamos rock con algunos matices electrónicos”.

En este punto, hay que decir que Isra no ha hablado hasta ahora (ni lo hará hasta casi el último momento). Bebe, asiente y en alguna de las preguntas suelta algún monosílabo.

Zoo han evolucionado en este tiempo. Prueba de ello son sus influencias, que quizá se ven mucho más claras cuando se les escucha en directo que cuando se les oye en un disco. Dani, Isra y Borja se decantan por el “rollo hardcoreta” de los 90, el rock en todas sus manifestaciones: “psicodélico, progresivo, etc...”. Josetxu se desmarca un poco pero todos dicen ser melómanos.

Hablamos un poco de lo que rodea al universo cultural de los cuatro y surgen nombres curiosos. Borja dice ser admirador del cine y de Bukwosky, mientras que Dani alaba el arte del graffitero Bansky. “Es una persona que tiene un rollo increíble para expresar sus movidas”. Josetxu se decanta por la literatura y suelta una de esas perlas ingeniosas “Lo que te pasa cada día, también es un gran libro, es el mejor libro”.

Ya llegamos al final e Isra por fín habla cuando pregunto por el contacto directo con el público. “El modelo está cambiando, y a nosotros nos beneficia. Antes los artistas eran intocables, ahora hay un feedback”. “Creo que la mejor promoción es darle la mano al tío que viene a verte y escucha tu música en My Space” concluye Josetxu.


Nos queda claro que antes de un concierto no se pueden hacer entrevistas muy profundas porque las cabezas están en otra cosa. Lógico y normal. Pero lo que de sobra sacamos en claro es que el talento de esta banda está muy por encima de sus propias percepciones y que ejemplos como este confirman que lo original, aunque no siempre es brillante, es mucho más agradecido.

KIKE DEL TORO

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