lunes, 20 de julio de 2009

ENTREVISTA A LA SONRISA DE JULIA

"Hay una parte de tí que anhela que todos los medios te laman el culo, pero la otra prefiere la libertad"


Marcos es un tipo normal. Especialmente simpático, atento y hablador, algo muy bueno para un entrevistador. Lidera La Sonrisa de Julia, una de las bandas que consiguió levantar el vuelo gracias a su primer disco hace ya unos años, pero que la industria no ha tratado lo suficientemente bien. Han cambiado mucho las cosas desde entonces. Bipolar, su tercer disco, lleva un año en la calle, y más que nunca, suena como siempre quisieron sus componentes. Quizá por inmadurez, o por inexperiencia, hasta entonces dicen no haber hecho lo que quería. Este disco inicia un camino prometedor que esperemos de mucho que hablar en el futuro. Hablamos con su vocalista para que, con perspectiva, nos hiciera un balance de los últimos meses, de los próximos conciertos y de todo lo que rodea el desequilibrio de la banda (con cariño). Las palabras del cantante son tan absolutamente sinceras, y él reconoce ser tan imperfecto que no sólo nos resulta entrañable, sino también admirable.

Bipolar. Sois menos pesimistas que cuando empezásteis

(Risas) Y eso que vendemos menos discos. Con los años empiezas a disfrutar más de la música. Tal vez antes la usábamos para quejarnos y ahora para disfrutarla. Tiene mucho que ver con el estado anímico de la banda, que en Bipolar ha sido mucho mejor que en los otros discos. Es un reflejo de lo que hemos compartido en los dos últimos años y medio. Cosas mucho más intensas y bonitas.

Habéis cumplido uno por uno todos los síntomas de “la inseguridad del tercer disco”. 6 maquetas, 50 canciones, hasta cinco versiones distintas de una misma canción...

Ya, eso probablemente se deba a que nuestra discográfica no tenía mucho interés en sacar el disco. (dice medio en broma, medio-totalmente en serio). Esperamos mucho tiempo hasta que al final se nos inflaron. Mandamos un e-mail y les dijimos que íbamos a producir nosotros el disco. Si les interesaba bien, y si no que nos dieran carta de libertad. Para sorpresa nuestra, les gustó mucho y lo sacaron. Si hubiésemos tenido más éxito les hubiera interesado meternos prisa. Las circunstancias estaban cambiando. De cuatro pasamos a tres y hubo un cambio de sonido y, sobre todo, actitud, que nos ha llevado un tiempo asimilar. Cuando empezamos con el disco, sentimos el vacío de ese cuarto componente que ya no estaba.

¿Estáis contentos con el resultado final del disco?

Siempre hay mil cosas que mejoraríamos pero eso me pasa con cada disco y espero que me pase siempre. En general, es del que más satisfecho estoy de los tres. Hemos aprendido a no buscar el disco perfecto. No es bueno ir con esa actitud a un estudio de grabación. Vamos a hacerlo lo mejor que podamos. Si me dejan reharía el disco cincuenta veces más (Risas), pero eso no es sano.

¿Cuánto tiempo os ha llevado la gestación del disco, desde sus inicios hasta la edición de la misma?

Empezamos a componer incluso antes de sacar el segundo disco. Han sido casi dos años entre composición, maquetación y demás. Cuando sacas un álbum siempre hay un tiempo que tarda en lanzarse desde que lo entregas y esos momentos de euforia previos son muy inspiradores y productivos.

En el primer disco se os atribuyeron ciertas comparaciones estéticas y musicales con los primeros Coldplay. ¿Han ido desapareciendo con el tiempo ese tipo de comentarios?

Hay periodistas y periodistas. Como músicos y músicos o panaderos y panaderos. Son gente que se nota que no se han escuchado ningún disco nuestro y vienen habiendo mirado el primer titular que aparece en Internet. Con Bipolar ya no nos lo dicen. Algunas melodías evocan a la música británica, pero también nos influye el funky. Comprendo que lo dijeran al princpio porque Llevo tu voz tenía una carga muy importante de piano.

Una duda, ya que no os he visto aún en directo con Bipolar. ¿Qué banda lleváis en vivo?

Cuando hacemos un show más pequeño vamos en trio. Es una formación que nos encanta, muy esencial, pero no puedes tocar todo lo que sale en el disco. En conciertos más grandes en los que también me apetece estar más suelto y el trío se repite un poco en cuestión de energía, añadimos a un tipo muy jóven: Víctor, que toca la guitarra que te mueres.

¿En qué momento os encontráis ahora como grupo?

Estamos componiendo para el cuarto disco, que será cojonudo. Bipolar nos ha dado mucha confianza y seguridad. Hubo un momento en el que nos quitamos las pretensiones de ser británicos o lo que fuera y hemos hecho lo que nos gusta. Creo que lo nuevo sonará aún mucho más personal. No será nuestro disco definitivo, porque espero que éste no llegue nunca, pero es un paso adelante. A nosotros nos ha costado siete años encontrarnos, no siempre hemos tenido las cosas claras. Hemos dado bastantes bandazos a nivel mental. Nos han apoyado igual que nos han denostado todas las partes de la industria y los medios de comunicación, comerciales o indies. Ahora estamos en tierra de nadie y lo hemos asumido. Cuando sacamos este disco teníamos el acojone de la primera vez. Ahora nos la suda bastante lo que opinen de nosotros unos medios u otros, ya que ninguno de ellos nos da mucha coba. Lo más divertido de todo es reunirnos los tres y pasárnoslo bien.




Me ha hecho gracia lo que has dicho de los bandazos mentales. Me he acordado de eso que tienes en tu blog entre Marcos y Mercuccio.

Es plasmar un poco mi desequilibrio de una forma graciosa (Risas). No tengo la enfermedad de la bipolaridad, pero creo que puedo ser el tipo más optimista del mundo y hundirme de cojones el mismo día. Forma parte de la filosofía que hemos intentado crear con este disco. Me dedico a la música y necesito dinero para vivir. Como dijo Iván Ferreiro mientras estábamos grabando: “Todos tenemos un precio”. Todos podemos corrompernos y esas cosas es mejor saberlas. Una parte de ti anhela que todos los medios te laman el culo, pero otra prefiere la libertad. Mirando mi carrera con perspectiva no siempre ha tenido el equilibrio adecuado, para nada. Hoy por hoy, mantenemos la distancia adecuada con el éxito y el fracaso.

Ese desequilibrio supongo será bueno para componer

No lo se si lo será, pero si no fuera por él, no haría ninguna canción. Hay gente muy equilibrada que hace canciones buenísimas. No es mi caso. En los discos anteriores sólo hablábamos de nosotros mismos y de una perspectiva triste de la realidad. Aquí entra lo mejor, lo peor, lo más oscuro, profundo, positivo, divertido... Hay que aceptar esas dos partes que todos tenemos y llevarlas a un terreno común.

¿Tenéis fechas cerradas para la gira de salas del otoño?

No. Lo que tenemos claro es que cerraremos en Madrid. Quizás en Caracol, lo que pasa es que la última vez se nos quedó un poco pequeño. Quizá nos animemos y hagamos algo en Joy Eslava o dos fechas en Caracol. Aún está por ver, pero vendremos a Madrid en diciembre. Tocaremos también en Granada, Valencia, Valladolid, Barcelona, Zamora... Haremos entre diez y doce salas.

¿Puede una multinacional mengüar el talento de una banda?

Depende de la banda. Diría que no. Lo que puede joder todo es el éxito. Influye, está claro. Pero no se si para bien o para mal. No te hablo de nosotros. No nos consideramos una banda de éxito. Nosotros estamos en una multinacional y como si no estuviéramos. No me llevo mal con nadie, pero mucho caso no nos hacen. Cuando más nos apoyó Radio 3 o 40 principales fue precisamente con el primer disco, que pertenecíamos a un sello independiente. Si Vetusta Morla fichara por una multinacional no creo que cambiaran.

Mencionas muchas veces la palabra "éxito". ¿Qué entiendes tú por éxito?

No lo digo en el aspecto personal. Estoy muy satisfecho con mi vida y con lo que estoy haciendo, en gran parte. Me refiero a nivel comercial, al éxito mediático. Bipolar ha vendido mucho menos que nuestro primer disco, pero a nosotros nos encanta.

¿Cómo surgió la colaboración con IvánFerreiro?

Hace tiempo que hablé con Iván para hacer algo juntos. Cuando se lo propuse me dijo que se la enviara cuando la tuviera terminada y si le gustaba, la hacía. Me parece una posición muy honesta. Cuando escuchó la primera versión, sin mezclarla siquiera, le encantó. Lo que me sorprendió fue su grado de compromiso. No fue una grabación al uso. No sólo puso la voz. Le dimos una vuelta a la canción y fuimos a divertirnos. Le dió un toque mucho más salvaje.

Iván debe ser bastante perfeccionista en el tema arreglos

Cada uno funciona de una manera con un trabajo propio. Lo que más me alucinó fue la valentía de lanzarse sin pensar. Lo más fácil es llevarlo todo bien pensado y al final cambiamos la canción completamente.

En este disco habéis expresado vuestros estados de ánimo de una forma muy explícita, simplemente en los títulos

Es una gilipollez, pero estoy contento con el tema títulos (ríe). Me los pienso mucho. Estoy de acuerdo.



De esa bipolaridad que decís tener, ¿ha salido por fín la otra cara?

Sin duda. Siempre he sido como soy, pero había una parte de mí que no me atrevía a exponerla delante de la gente, no se decirte por qué. Quizá cuando pase un tiempo pueda verlo todo con más tranquilidad. Ser un buen cantante implica cantar bien. Mis cojones. Había partes más salvajes o destructivas que no sacaba a la luz por “cantar bien”.

¿Qué habéis aprendido?

En esencia, a utilizar la música como un fin y no como un medio. Cada vez valoramos más un concierto sólo por el hecho de reunirnos a tocar, más que para hacerlo por vender más discos. Al principio había muchas segundas intenciones. No me gustaba reconocerlo, pero formaba parte de mí. Ahora ha cambiado todo eso.

KIKE DEL TORO
FOTOS: http://myspace.com/lasonrisadejuliamyspace; KIKE DÍAZ (www.lasonrisadejulia.com)

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